La secretaria de Hábitat, Micaela Villaverde, en representación del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación que conduce Santiago Maggiotti, visitó San Francisco Solano para recorrer las obras que se enmarcan en el proyecto de 22 viviendas del subprograma Autoconstrucción de Viviendas Participativas Cáritas. La financiación nacional es superior a $223 millones.
El sistema de construcción de estos hogares es autoconstrucción participativa y tiene el objetivo de incluir a las personas en el proceso constructivo de sus viviendas, para que puedan acceder a una solución habitacional definitiva, al mismo tiempo que se fortalecen los vínculos sociales y comunitarios.
Desde 2004, el Estado nacional trabaja de forma articulada junto a Cáritas Argentina, quien se encarga de seleccionar a los beneficiarios y aporta equipos técnicos que asesoran en cuestiones constructivas, sociales, legales y administrativas.
Cabe destacar que los insumos que se utilizan en la construcción de estas casas, se obtienen en proveedores cercanos a la obra, generando trabajo en la zona y motorizando así las economías locales.
Junto a la secretaria de Hábitat en la recorrida, estuvieron el subsecretario nacional de Políticas de Vivienda e Infraestructuras, Andrés Fernández; el director de Cáritas Diocesana Quilmes, Marcos Benítez; la coordinadora de la Unidad Ejecutora Cáritas Nacional, Andrea Poretti; e integrantes del equipo de Hábitat de Cáritas Diocesana Quilmes: el responsable Organización y Capacitación, el presbítero Juan José Berli; la técnica en Minoridad y Familia, la hermana Mirna Brizuela Bogado; el director de obra, Marcos Brandoni; el sobreestante arquitecto Elfio Geymonat Arrivillaga y la técnica administrativa-contable, Silvina Titán.
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A través del subprograma se ejecutaron 1.200 viviendas, y un total de 45 proyectos de autoconstrucción participativa en 12 provincias del país, que beneficia a más de 6.000 personas.
Con este sistema de autoconstrucción participativa se pudo contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, se generó un incentivo a la cultura del trabajo colectivo y se fomentó la mejor convivencia entre vecinos, en un proceso que incluye cursos de formación y capacitación.