«Soy inocente», fueron las palabras que dijo el imputado antes de que los jueces pasen a deliberar tras los alegatos que se realizaron ayer en la sala de planta baja de los Tribunales Penales de Quilmes. El clima era tenso y se percibía: la familia de Adrián Novillo quiere Justicia, que los magistrados le den respuesta ante una pérdida que les cambió la vida. Adrián tenía 16 años y lo mataron a golpes a la salida del boliche Space. La Fiscalía pidió 15 años de prisión al considerar que se trató de un «homicidio en ocasión de robo», en tanto que el particular damnificado alegó por prisión perpetua para el imputado, Fernando Amaro, al fundar que los hechos se encuadran en «homicidio agravado por ensañamiento». Las defensoras oficiales solicitaron la libre absolución, ya que a criterio de las letradas no se acreditó la responsabilidad de Amaro ni en el robo ni en el homicidio.
Para la fiscal María Oricchio, Amaro debe ser condenado a la pena de 15 años de prisión por haber participado del robo y la paliza de la que fue víctima Adrián Novillo, el adolescente de 16 años que salía de bailar y al que dejaron en estado de agonía y que falleció 11 días después.
La encargada de la acusación valoró los dichos de testigos como de policías que declararon en el juicio oral. A su turno, la doctora Yesica Ramallo, que junto a Romina Báez patrocinan al particular damnificado, pidieron el máximo de pena que fija el Código Penal al considerar que se trató de un crimen agravado por ensañamiento, es decir que siguieron golpeando a Novillo «en estado de total indefensión»; tal como norma el Artículo 80 inciso 3º del Código Penal.
A su turno las defensoras oficiales, Mónica Trape y Soledad López, pidieron la libre absolución al indicar que no se comprobó la participación de Fernando Amaro en los hechos que se le imputan.
Adrián Novillo tenía 16 años y fue asesinado por una patota a la salida del ya desaparecido boliche Space, de la zona oeste quilmeña, en junio de 2014. Un menor de edad estuvo un año preso, pero en diciembre de 2015, durante un juicio oral, lo absolvieron por falta de pruebas. Durante el juicio fueron procesadas dos personas por falso testimonio.
Los jueces Alejandro Portunato, Alicia Anache y Edgardo Salatino pasaron a un cuarto intermedio hasta la semana próxima, cuando den a conocer el pronunciamiento. Previo a finalizar la audiencia, Amaro dijo sus últimas palabras: «soy inocente».
Ahora, la decisión está en manos de la Justicia.
