El emblemático local de Alem y Moreno bajó sus persianas después de casi 50 años. Sus dueños vincularon la decisión a la imposibilidad de sostener los costos en el actual contexto económico, marcado por la recesión y la caída del consumo.
La tradicional pizzería Lo De Luis Pizza, ubicada en la esquina de Alem y Moreno, una referencia gastronómica para generaciones de quilmeños desde 1975, anunció su cierre definitivo y dejó un mensaje en la vidriera que rápidamente generó tristeza entre vecinos y clientes de toda la vida.
El local, conocido por ser punto de encuentro familiar y por mantener durante décadas la misma identidad y atención, comunicó que el sábado 22 de noviembre fue su último día de actividad. En el texto, sus dueños agradecen a quienes acompañaron al negocio durante casi medio siglo y explican que la decisión se tomó para “seguir creciendo junto a nuestros hijos en otra etapa”, aunque el contexto económico termina de completar la escena.
El cierre se da en un momento crítico para el sector gastronómico y comercial. Desde la asunción de Javier Milei, la fuerte recesión, los tarifazos y la caída abrupta del poder adquisitivo empujaron a cientos de comercios de la región a reducir horarios, achicar personal o directamente bajar la persiana. Quilmes no es la excepción: la baja del consumo se siente en todos los corredores comerciales, y la situación de los alquileres y servicios vuelve inviable sostener estructuras históricas como Lo De Luis Pizza.
El cierre del local se suma a otros comercios quilmeños que no pudieron resistir la combinación de inflación, caída de ventas y aumentos desregulados en los costos básicos. La postal de una pizzería tradicional despidiéndose detrás de una reja baja y un cartel pegado al vidrio sintetiza una realidad que golpea a los vecinos y al tejido económico de la ciudad.
Lo De Luis Pizza ofreció ese fin de semana descuentos especiales para despedirse de sus clientes. Será, para muchos quilmeños, el adiós a un clásico que acompañó casi cinco décadas de historias locales.
