La empresa Marechiare, con 25 años de actividad bajo su última administración, anunció el cierre definitivo de su planta tras una fuerte caída de ventas, el aumento de los costos y el impacto de las importaciones, en un contexto económico cada vez más adverso.
La crisis económica sigue golpeando al sector productivo. En las últimas horas se confirmó el cierre definitivo de Marechiare, una fábrica de conservas ubicada en Mar del Plata, que despidió a 50 trabajadores y puso fin a más de dos décadas de actividad industrial.
Según trascendió, la empresa venía atravesando una situación crítica desde hace meses, marcada por la caída sostenida del consumo interno, el incremento de los costos operativos y una competencia cada vez más desigual con productos importados, que ingresan al mercado a precios más bajos y sin protección para la industria nacional.
El cierre se produce en un escenario donde numerosas pymes alimenticias advierten que el actual modelo económico, con apertura de importaciones, recesión y pérdida del poder adquisitivo, está acelerando el cierre de fábricas y la destrucción de empleo registrado.
Con este nuevo caso, ya son decenas las empresas del rubro alimentos que redujeron personal o bajaron sus persianas en distintos puntos del país, profundizando una situación social que impacta directamente en trabajadores y familias.
El final de Marechiare no solo representa la pérdida de 50 puestos de trabajo, sino también otro golpe a la industria local marplatense, que históricamente tuvo en la producción alimentaria uno de sus principales motores económicos.
