Columna de Opinión: La violencia no es el camino

La muerte de Santiago Maldonado y la posterior búsqueda e investigación judicial estuvo plagada de versiones, contraversiones, opiniones con sentido totalmente opuestas de acuerdo a quien las vertiera, posiciones encontradas, sospechas de todos contra todos, noticias que la familia salía a desmentir y en el medio marchas pidiendo por su aparición pero opacadas por algunos grupos violentos que literalmente se ocupaban de destruir y vandalizar todo lo que encontraban en su camino, con especial predisposición a la agresión y violencia contra las fuerzas de seguridad y todo aquello que representaba al Estado, que no está de más recordar, es de TODOS, que lo que rompen o destruyen lo arreglan luego con dinero proveniente de los impuestos, es decir, de nuestro dinero.
A ello le sumamos que para rastrillar determinados lugares territoriales la Justicia debió negociar y acordar con las personas que los estaban usurpando, dando la impresión que dichas zonas ocupadas por la fuerza eran parte de una Nación diferente, de otro país en el cual el juez no tenía jurisdicción ni competencia.
Las pericias realizadas sobre el cuerpo de Maldonado, en las cuales intervinieron peritos de todas las partes y algunos otros invitados por su experiencia y renombre, indican por lo trascendido hasta el momento, que murió ahogado en las frías aguas del río que intentó cruzar sin éxito escapando de las fuerzas de seguridad por el delito cometido previamente, corte de rutas e impedimento de la libre circulación a la cual todos tenemos derecho.
Ese río que no conocía, al que no estaba acostumbrado y que además, según sus familiares, no sabía nadar, lo cruzaba con un compañero de reclamos de soberanía territorial que dice ser de origen mapuche, quien sí conoce el río y sabe cómo cruzarlo. Si todo es como parece, podría suponerse que en la huida cruzando el curso de agua y ante las dificultades, su compañero mapuche lo dejó librado a su suerte y a sabiendas de que no sobreviviría. Si fuera así, no podríamos hablar de un gesto de solidaridad precisamente. Según creo, para los mapuches su muerte, más allá del aprovechamiento político que hacen, no tendría mayor importancia ya que no se trataba de alguien de su comunidad ni de su Nación, era un extranjero solidario que los ayudaba en sus reclamos de independencia territorial. Pretenden para ellos, desde el centro de la Provincia de Buenos Aires para abajo, todo.
Los autodenominados mapuches, de origen chileno, continúan con sus acciones de violencia y usurpan ahora territorios de Parques Nacionales. La duda es hasta cuando las autoridades del Ejecutivo y la Justicia van a seguir actuando o, mejor dicho, NO actuando.
La Ley debe ser igual para todos. Porque algunos ciudadanos usurpan y son desalojados y sometidos a proceso penal en tanto otros que dicen ser Nación y también usurpan y son tolerados y no desalojados.
Seguramente que la inacción del Estado ante actitudes violentas, punibles, de parte de ciudadanos argentinos por nacimiento, pero que dicen querer independizarse por ser descendientes de mapuches chilenos, solo ocasionará una escalada de violencia y acciones de tipo terrorista. En otras circunstancias, que ya vivimos y así nos fue. No queremos que se repita. La Ley es igual para todos, sólo el Estado es el que debe hacerla cumplir para que la sociedad pueda vivir en armonía y, por sobre todo, en Paz.

Por Mario Naldi

Comisario Mayor (RE) de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires.
Presidente de Global Solutions Consultora Integral SA.
mario.naldi@globalsolutions.com.ar

El comisario mayor (R) Mario Naldi
Compartir