Comedor trabaja con chicos en la ribera local

El comedor Esperanza Kilme sigue adelante con su actividad solidaria. Tanto Alejandra, María del Carmen, como toda la gente que las acompañan continúan ayudando a muchas familias que tanto los necesitan. Con un plato de comida, apoyo escolar y distintos talleres este grupo de vecinas trabaja día a día en su sede de Calle 24 entre Solís y Los Naranjos, a tres cuadras del río.

“Seguimos trabajando, todos los días nosotros abrimos las puertas a la mañana bien temprano y comenzamos a recibir a la gente, gracias a Dios vienen muchas personas que necesitan una mano y también llegan voluntarios con ganas de sumar” afirmó María del Carmen.

Esencialmente, Esperanza Kilme brinda ayuda a unos 150 chicos que están inscritos y a muchos otros más que también vienen y reciben una ayuda todos los días.

Con respecto a la cercanía con el río, Alejadra detalló que “cuando llueve no es tanto el problema, sí lo sufrimos mucho cuando hay Sudestada. Ahí el agua llega hasta el comedor y se inunda todo”.

Cuando no se encuentran al servicio de los chicos, Alejandra atiende un local de ropa propio y María del Carmen tiene un emprendimiento familiar, trabajos que les permiten dividir horarios para estar en el comedor. Además Rita en la cocina, Gabriela, Analia, Débora y la misma María del Carmen son las encargadas de limpiar y atender a los nenes.

Durante la semana y en diferentes días, educativamente hablando, Esperanza Kilme brinda apoyo escolar, talleres de reciclado, arte, lectura y huerta. “Hay maestros y voluntarios que nos donan su tiempo para que esto pueda ocurrir. Recientemente por ejemplo vino un escritor que le dio una charla muy linda a los chicos sobre su libro, que hablaba de cómo los sueños pueden hacerse realidad. Nos parece importante que además de la comida, los chicos puedan llevarse algo así a sus casas”.

En cuanto a las principales necesidades que hoy tiene el lugar, Alejandra sostuvo que pasa por “alimentos, ropa de chicos y de adultos porque ahora vienen muchas personas grandes que vienen a buscar ayuda y también necesitan ropa. Ahora también juguetes porque se viene el día del niño, entonces se necesita un poco más. Por ahí pasan las principales necesidades, sobre todo el alimento, porque acá sino no podemos cocinar. Afortunadamente nunca tuvimos que dejar de cocinar por falta de comida, pero nunca sobra. Además nosotros tenemos una caja donde ponemos algunas cosas que la gente se puede llevar, como harina o arroz. Acá a veces los padres nos piden algo específico y si podemos se lo damos”.

El comedor recibe permanentemente donaciones de amigos, familiares y vecinos que dan una mano para que siga adelante. Quienes quieran hacerlo pueden acercarse directamente a la sede del comedor, en Calle 24 entre Solís y Los Naranjos, comunicarse con la página de Facebook “Maria del Carmen Esperanza Kilme Comedor” y al celular 1167635307, donde Alejandra, María del Carmen y toda la gente que colabora con el comedor te estará esperando con los brazos abiertos y una sonrisa en el rostro.

Compartir