Comenzó delicado juicio oral

En la víspera declaró una amiga del imputado Luis Ramírez, que relató como lo acompañó a realizar gastos y que en uno de esos días el joven le había indicado que "me mandé una macana", en referencia al doble crimen. Mató a mazazos a sus padres

Inmutable, con la mirada perdida en el piso fue como se mostró a lo largo de la primer audiencia de debate, Luis Ramírez, el joven de Florencio Varela acusado de matar a mazazos en la cabeza a su padre y su madrastra, luego enterrarlos en el fondo de la finca con intenciones de quedarse con la casa y robar parte de los ahorros de la pareja. En la víspera declaró la amiga del imputado que relató como lo acompañó a realizar gastos y que en uno de esos días el joven le había indicado que «me mandé una macana», en referencia al doble crimen.
En primer término se realizaron los alegatos de apertura donde el fiscal, Sebastián Videla indicó que intenta demostrar que en noviembre de 2016 un sujeto identificado como el encausado en una vivienda de Bucarest al 700 de Florencio Varela mató a mazazos a su madrastra y luego a su padre, provocándoles a ambos fracturas de cráneo y daños cerebrales que derivaron en los decesos de los mencionados.
Asimismo luego Ramírez habría tomado parte de los ahorros de la pareja para comprar un auto; enterrar en el fondo de la casa a los fallecidos y darse a la fuga, a la localidad de San Nicolás donde fue aprehendido días después por personal policial. La primera en declarar fue una amiga del joven acusado que pidió que no estuviese presente cuando ella brindó su testimonio.
La mujer fue tajante: «me dijo que se había mandado una macana, que había matado a su padre y la madrastra con una maza, fuimos varias veces a la casa y lo acompañé a comprar aromatizantes que ponía en la casa, estaba todo desordenado por ropa que se había comprado, además de un taparrollos sacó un fajo de dinero que lo empezó a gastar».
A preguntas del fiscal Sebastián Videla como de la defensora oficial, Mariana Yeregui la compareciente agregó que «cuando llegué a mi casa se lo conté a mi madre, llamamos al 911 y al otro día me vinieron a buscar de la fiscalía para declarar. A Luis lo conocía de la escuela secundaria, teníamos una relación de amistad de alrededor de unos 6 años», puntualizó.
Al ser consultada sobre la relación con la madrastra Norma Vergés y Apolinario Ramírez, su padre; la testigo recordó que «la relación no era muy buena, discutían con frecuencia».
Posteriormente fue el turno del vecino de la casa contigua de Bucarest que se mostró sorprendido al «de un día para el otro no los vimos más, le fui a preguntar y me decía que se habían ido a Córdoba. Luego comenzamos a sentir un olor nauseabundo en el barrio que con el paso de los días cada vez era más intenso; llamé al 911 y luego un día regresaba de trabajar y estaba la Policía».

Pericias

La defensa oficial como el fiscal requirieron a los jueces Félix Roumieu, Pablo Pereyra y Julia Márquez que se lleven adelante pericias psiquiátricas como psicológicas para determinar si Ramírez tiene o no conciencia de sus actos.
Las mismas se concretarán en el curso de esta semana, los magistrados seguirán mañana el proceso oral y público.

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