Uno de los cinco sujetos que fue absuelto por el crimen de un custodio del bingo de Solano para robarle la recaudación fue condenado ayer por el Tribunal Oral 2 de Quilmes a 5 años de prisión por «portación de arma de guerra» en un hecho que se dio en el partido de Lanús años atrás al resistirse a un reconocimiento policial.
A Alejandro Capdevilla, que es no vidente, se lo sentenció por un hecho en Villa Fiorito en el que se enfrentó a dos uniformados y tras ser detenido le secuestraron un arma de guerra, chaleco antibalas, un cargador de ametralladora y ropa de policía.
Así lo entendieron los magistrados Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Ariel González Elicabe en un fallo dado a conocer en la víspera en la sede penal de Yrigoyen 475.
Los jueces consideraron como relevantes los dichos de los policías que intentaron reducir y finalmente detener a Capdevilla, ya que ambos al ser convocados lo reconocieron en la sala de juicio y lo sindicaron como el mismo que intentó escapar cuando lo iban a aprehender años atrás en diciembre de 2011.
Absueltos por el bingo
Vale recordar que los cinco imputados por el robo a las sacas del bingo de San Francisco Solano, el crimen de un custodio y de un delincuente, quedaron desligados de los hechos luego que el fiscal la semana última retirara la acusación, al mismo tiempo el encargado de la acusación había pedido prisión para Alejandro Capdevilla, tal como se conoció en las últimas horas.
En el juicio en virtud de la prueba producida, el fiscal Sebastián Videla había desistido de la acusación aunque vale aclarar que seguirán adelante investigaciones en pos de determinar responsabilidades en los hechos, aunque quedaron desligados del hecho principal del homicidio en ocasión de robo al Golden Jack los cinco acusados.
La asistencia legal de los acusados había sido responsabilidad de los defensores oficiales Silvia González (Alejandro Capdevilla); Manuel Soler (Héctor Capdevilla); Roberto Campo (Juan Cosentino). Mientras que los abogados particulares que participaron del proceso fueron la doctora Nélida López (Barrera Reynoso) y Rubén Carrasone (Ariel Benítez).
