Condenadas a prisión perpetua

Dos mujeres fueron sentenciadas por el crimen de una almacenera, a la que asfixiaron con una almohada, para luego vender sus pertenencias por redes sociales

Mezcla de satisfacción y emoción fue la que experimentaron ayer, en sede judicial, los hijos de una almacenera de Quilmes Oeste, a la que mataron asfixiándola con una almohada para robarle sus pertenencias y venderlas por las redes sociales. Ayer los jueces del Oral 2 dieron a conocer el veredicto condenatorio y la pena de prisión perpetua para las dos acusadas.
Para los jueces Félix Roumieu, Pablo Pereyra y Gustavo Farina quedó acreditado en las audiencias de producción de prueba que Solange Cáceres y Gimena Rossolini fueron las responsables del crimen y robo de Isabel Jaime, la titular del almacén Tauro que funcionaba en la zona oeste quilmeña, más precisamente en O’Higgins al 4100, entre Uruguay y calle 402 bis. Una de las claves del proceso fue una foto aportada por una de las hijas de la víctima que las compromete como responsables penales del hecho de sangre.
Tal consta en la causa, las mujeres se llevaron los efectos de Jaime de la vivienda en la madrugada del 24 de julio de 2017 y a las 9 de ese mismo día estaban publicadas en la red social Facebook. Fueron clave relatos de los compradores de una computadora que permitió llegar a la localidad de Hudson, domicilio en el que residían las ahora condenadas a la pena de prisión perpetua.
Pero sin dudas el elemento clave del proceso fue una foto aportada por una de las hijas de Jaime, donde se refleja a una de las imputadas con las pertenencias de la víctima de fondo en momentos en que toma una fotografía con el teléfono celular al microondas que era propiedad de la fallecida.
Al conocer el pronunciamiento los hijos de la almacenera se abrazaron y entre llanto agradecieron al fiscal Sebastián Videla como a los jueces del TOC Nº 2 en la sala de juicios de la planta baja de la sede de Yrigoyen Nº 475.
Jaime vivía sola en su casa de O’Higgins al 4100, en el límite de la localidad de Ezpeleta con Quilmes Oeste. Allí, atendía también su comercio que funcionaba como un maxikiosco y también librería.
En ese lugar fue hallada asesinada la madrugada del 24 de julio de 2017.
Su cadáver yacía sobre su cama, boca arriba y con su rostro tapado por la almohada con la que, según se determinó luego durante la autopsia, fue asfixiada.

 

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