Darán a conocer el verdicto contra los policías acusados del crimen de Lucas González

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El juicio que se le sigue a 14 policías de la Ciudad por el crimen de Lucas González, el adolescente asesinado a tiros en noviembre del 2021 en el barrio porteño de Barracas, llegará a su fin el próximo martes, cuando el tribunal oral de a conocer su veredicto tras casi 4 meses de debate y más de 50 testigos que declararon en 18 audiencias.

La audiencia comenzará a partir de las 10 en el auditorio AMIA de los tribunales federales de la avenida Comodoro Py 2002, en el barrio porteño de Retiro, con mayor capacidad para la asistencia de público y donde se desarrollaron las dos primeras audiencias del debate oral, que comenzó el 16 de marzo y en el que se recibió la declaración de más de 50 testigos.

Fuentes judiciales informaron a Télam que los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño darán a conocer el veredicto luego de que los imputados hagan uso de su derecho a expresar sus últimas palabras.

Héctor «Peca» González, padre de Lucas, señaló que ese mismo día es el cumpleaños de su esposa Cinthia, madre de Lucas, por lo que consideró que «el mejor regalo sería la condena para estas personas».

«Lucas se sigue manifestando, como siempre, porque el mejor regalo se lo va a hacer él y darle el alivio que necesita su mamá para poder seguir y dar lucha en esta vida», dijo a Télam «Peca», a horas del veredicto.

Durante las 18 audiencias en las que se extendió el debate oral, se juzgó las actuaciones del inspector Gabriel Alejandro Isassi (42), el oficial mayor Juan José López (48) y del oficial Fabián Andrés Nieva (38), miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, imputados por el crimen de Lucas (17) y la tentativa de homicidio de sus tres amigos, Joaquín Zúñiga (19), Julián Salas (19) y Niven Huanca (19).

Además, también se debatió sobre la participación de otros 11 efectivos porteños de distintos rangos en el encubrimiento de hecho y las posteriores torturas para los tres sobrevivientes.

En su alegato, el fiscal general Guillermo Pérez de la Fuente solicitó que los tres miembros de la Brigada 6 de la Comuna 4 sean condenados como coautores del delito de «homicidio agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, por odio racial y por placer», en concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad, y «falsedad ideológica y privación ilegítima de la libertad» en perjuicio de Lucas, y por la «tentativa de homicidio» de sus tres amigos.

El representante del Ministerio Público Fiscal dijo que los tres policías porteños «actuaron como cazadores que esperan a una presa», ya que los «emboscaron y les tendieron una trampa», al tiempo que afirmó que «no les dieron a las víctimas ni la mínima capacidad de defensa».

«Encuentro los motivos en los prejuicios. Fueron los tres, todos actuaron, todos dispararon, lo que demuestra es que todos tenían la decisión de matar. Los vieron salir de un asentamiento precario, salir vestidos de una determinada forma, con un color de piel que quizás a alguno de los policías no le gustó, manejando un auto siendo jóvenes. Se convencieron de que los chicos eran delincuentes y que debían morir. Con esos prejuicios actuaron, con prejuicios de clase, de edad, de vestimenta», argumentó

El pedido fue apoyado por el abogado de la querella, Gregorio Dalbón, quien en su alegato describió a Isassi, López y Nieva como «tres mafiosos asesinos», que «vieron bajar a Lucas con una gorrita blanca» y que, en ese momento, «lo eligen por el color de piel», para luego seguirlos hasta interceptarlos y dispararles «de frente, oblicuo y de atrás, a zonas vitales».

«El agravante por el odio racial debe ser incluido al momento de dar sentencia. Los imputados fueron a la caza y posterior extermino de uno de ellos», sostuvo.

En tanto, el fiscal Pérez de la Fuente solicitó penas de prisión de entre los 4 y 17 años de prisión para los policías imputados por el encubrimiento del hecho, la privación ilegal de la libertad de los adolescentes y el abuso de sus funciones como funcionarios públicos.

«Tengo acreditado que los comisarios Daniel Alberto Santana (53), Rodolfo Alejando Ozán (54), Fabián Alberto Du Santos (52), Juan Horacio Romero (51); el subcomisario Ramón Jesús Chocobar (49), Roberto Orlando Inca (47); y el principal Héctor Claudio Cuevas (51) privaron ilegítimamente de su libertad a Lucas, Joaquín, Julián y Niven abusando de sus funciones, actuando de manera arbitraria», aseguró el fiscal.

Para ellos, los imputados de más altos rangos, solicitó la pena de 11 años de prisión y 10 de inhabilitación para ejercer cargos públicos, excepto de Cuevas, de quien pidió cuatro años al considerar que en su testimonio durante el debate oral sirvió para determinar que los comisarios y subcomisarios sabían que no se trató de un enfrentamiento armado con delincuentes, como lo habían modulado los policías de la Brigada.

En tanto, para los oficiales Jonathan Alexis Martínez (35) y Ángel Darío Arévalos (34) pidió 6 años, para Daniel Rubén Espinosa (33) 5 años y para Sebastián Jorge Baidón (28) 17 años de prisión, ya que lo consideró autor de las torturas que padecieron las víctimas.

Por su parte, Dalbón solicitó que todos los comisarios, subcomisarios y los oficiales Martínez, Arévalos y Espinosa sean condenados a 20 años de prisión al considerar que, además de ser coautores de los delitos de encubrimiento, privación ilegal de la libertad y el abuso de sus funciones, omitieron las torturas que sufrieron los menores de edad.

Dalbón, en tanto, solicitó la pena de 30 años de cárcel efectiva para Baidón, ya que afirmó que fue él uno de los que torturó a los menores, luego de que Zúñiga lo señaló en una de las primeras audiencias como quien lo esposó, lo puso boca abajo y le dijo «¿Así que sos de Varela, pedazo de villero? Mirá cómo mataste a tu amigo».

Por último, el abogado de la familia de Lucas solicito al TOC 25 la condena a tres años y medio para Cuevas, de quien no acusó por la omisión de torturas a los menores.

El testimonio de Cuevas durante el debate oral derivó el pasado el 3 de junio en la detención del oficial Facundo Matías Torres, a quien acusó de haber sido quien en su moto fue a buscar a la comisaría y trajo junto al policía Isassi el arma de juguete plantada en el auto de las víctimas con el fin de simular un enfrentamiento con supuestos delincuentes.

Finalmente, las defensas de los 14 policías porteños imputados en la causa solicitaron las absoluciones de todos al considerar, en el caso de los acusados del encubrimiento, que no participaron en dichas maniobras, mientras que los señalados como autores del homicidio aludieron que «obraron en cumplimiento del deber, en legítima defensa y sin ningún dolo previo».

Durante el debate en curso se inició una investigación contra el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, al considerar, tras el testimonio de Cuevas y de dos de los abogados defensores en sus alegatos, que la máxima autoridad policial porteña estaba al tanto de lo ocurrido durante la jornada donde fue asesinado Lucas.

Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y regresaban a sus casas a bordo de un Volkswagen Suran y fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 a la altura del cruce de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield.

Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y dos balazos impactaron en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.

Los menores, en tanto, fueron esposados y trasladados en calidad de detenidos al instituto de menores Inchausti, donde fueron liberados al día siguiente tras determinar que no se trataban de delincuentes sino de adolescentes que habían salido de un entrenamiento de fútbol.

Gregorio Dalbón, abogado de la familia de Lucas González, afirmó que lo que hicieron con el adolescente «fue una masacre» y rogó que la posible sentencia a los 14 policías de la Ciudad juzgados por el crimen del jugador de Barracas Central y su posterior encubrimiento «le de paz» a la familia de la víctima.

«Las defensas de todos los policías pidieron la absolución, pero en el fondo de su corazón saben que lo que hicieron con Lucas fue una masacre, no solo lo que hicieron los tres asesinos, sino los once encubridores, y para ser todavía más amplio, quizás hasta el jefe de la Policía estaba al tanto, por eso se está investigando», afirmó el letrado.

El abogado representa a la familia de Lucas y a los tres adolescentes Joaquín Zúñiga, Julián Salas y Niven Huanca, quienes se encontraban con González cuando fue atacado por una Brigada de la Policía de la Ciudad, en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas.

Dalbón destacó que fue «el juicio más importante» de su vida, y que defender a Lucas y a sus amigos lo cambió «estructuralmente», a pesar de que tuvo «oportunidades históricas, importantes y prestigiosas de defender a presidentes y presidentas».

«Durante el juicio primó la emoción y el profesionalismo. No hice otra cosa que prepararme para esto. Busqué contención psicológica para mí porque es muy fuerte; Lucas era un chico como mi hijo, que no hacía ora cosa que jugar al futbol», sostuvo, emocionado.

Por último, expresó que «a Lucas no lo devuelve ninguna sentencia, pero ojalá la sentencia le de paz a la familia y a las de sus amigos».

Emmanuel Dalbessio (Telam)

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