Declararon exagentes y hoy sigue Martín Lanatta

Triple Fuga de General Alvear

El exagente penitenciario Luciano Labat fue el primer deponente de la grilla de testigos que declararon ayer en el juicio que se le sigue a los hermanos Cristian y Martín Lanatta y a Víctor Schillaci. Resaltó que hacía 10 meses que se había graduado del SPB y que en el sector de Sanidad del penal de General Alvear le tocó custodiar a los tres implicados.
«Yo debía hacer el recuento en inferioridad numérica, recuerdo que el día del escape cuando estaba cumpliendo con la rutina sentí que me tomaron del cuello, me golpearon en el ojo y que tras perder el conocimiento unos minutos desperté amordazado y atado de pies y manos con trapos», indicó ante las preguntas de la fiscal Silvina Langone.
Agregó el dato de que cuando despertó vio a Martín Lanatta portando un arma larga con silenciador que al final se enteró que resultó ser de plástico.
Labat también consignó que las cámaras del seguridad del complejo dejaron de funcionar, al menos, dos meses antes de la fuga. «Retiraron el dispositivo que las hacía funcionar», sostuvo.
El juez Juan José Ruiz le preguntó: «¿A usted no le llamó la atención que estando solo estaba totalmente entregado y en inferioridad numérica con condenados?» El testigo aclaró que esas conclusiones las sacó luego de ocurridos los lamentables hechos.
«Los jefes que teníamos trataban mejor a los imputados que a nosotros, a ellos los saludaban con un beso pero a nosotros no», agregó ante el magistrado, quien le repreguntó: «¿En la academia les enseñan eso?» «No», respondió el joven testigo.
«Los directores de las guardias pasaban hasta 20 minutos tomando mate con los Lanatta», contó Labat.
Por último, dijo que Manuel Guevara, director del penal, le pidió explicaciones tras el escape: «me responsabilizó de la huida».
El segundo relato de la jornada lo dio otro adjutor, Ramiro Sebastián Toleres, quien también agregó que dos meses antes del escape vio cómo personal de guardia fue trasladado o reasignado de sector y que los Lanatta y Schillaci lo atacaron golpeándolo y maniatándolo para huir.
Su trabajo era el de ocupar una garita de control desde la cual se vigilaba el ingreso de vehículos al establecimiento carcelario.
Antes del receso de la jornada, declaró otra agente que fue atacada por los delincuentes en su escape. Se trata de Raquel Delia Godoy, una alcaide que en 2015 tenía 16 años en funciones. En la Unidad 30 de Alvear, era auxiliar en la oficina de Expedientes. Godoy dijo que a la 1.45 de la madrugada llegó a la guardia a relevar a su jefe de apellido Tolosa y que eso no era nada habitual.
Luego fue abordada por los Lanatta y por Schillaci: «me dijeron que no me iban a hacer nada y que debía colaborar con ellos, agregaron que habían tomado el control central y que el penal estaba tomado. Martín Lanatta dijo que los iba a levantar un helicóptero para irse de ahí y me apoyó un arma. Me ataron y me dejaron en el baño amordazada».
El debate seguirá hoy desde las 10 con la declaración de Martín Lanatta. Su relato había sido interrumpido el lunes luego de que adujo «problemas de sueño». Tanto su defensa como la de su hermano y la de Schillaci están representadas en el letrado Pedro Martino, en tanto que la acusación es sostenida por la fiscal Silvina Langone, de la UFIJ 7 de La Plata. El juez que preside el Tribunal Unipersonal es Juan José Ruiz, titular del TOC 1.

 

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