En un contexto de cifras preocupantes reveladas por el Banco Central, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, defendió el reciente aumento en el costo del boleto de transporte público. Según un informe del Banco Central, basado en los registros de la tarjeta SUBE, la cantidad de viajes en medios de transporte se desplomó un 18,1 por ciento en abril en comparación con el mismo mes del año pasado.
El informe destaca una caída significativa en el uso del transporte público, un dato que refleja las dificultades económicas que enfrentan muchos argentinos. Esta disminución coincide con el aumento del costo del boleto, una medida que ha sido objeto de críticas tanto por parte de los usuarios como de algunos sectores políticos y sociales.
A pesar de estas cifras, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, ha salido en defensa del aumento tarifario. Mogetta argumentó que el ajuste en el costo del boleto es una medida necesaria para asegurar la sostenibilidad del sistema de transporte público. «El aumento del boleto es imprescindible para mantener la calidad y frecuencia del servicio. Sin este ajuste, la operación de los servicios de transporte se vería comprometida», explicó Mogetta.
El secretario subrayó que los costos operativos del transporte público han aumentado significativamente, impulsados por la inflación y el incremento en los precios de los combustibles y otros insumos esenciales. «El precio del boleto debe reflejar estos costos para garantizar un servicio eficiente y seguro», añadió.
No obstante, los usuarios del transporte público sienten el impacto del aumento en sus bolsillos. La combinación de un mayor costo del boleto y la disminución en la frecuencia de los viajes ha generado descontento entre los pasajeros, muchos de los cuales dependen del transporte público para sus actividades diarias. «Es cada vez más difícil viajar en colectivo. El boleto sube y el servicio no mejora», comentó María, una usuaria frecuente del transporte público en Buenos Aires.
Organizaciones de defensa del consumidor y sindicatos de transporte han manifestado su preocupación por esta situación. Sostienen que el aumento del boleto podría haber sido implementado de manera más gradual y acompañado de mejoras concretas en el servicio. Además, piden al gobierno que considere alternativas de financiamiento para el transporte público que no recaigan tan fuertemente en los usuarios.
El informe del Banco Central también señala que la disminución en los viajes podría tener efectos económicos adversos, ya que una menor movilidad afecta la actividad comercial y laboral. En este sentido, el desafío para las autoridades es encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad financiera del sistema de transporte y la accesibilidad para los usuarios.
Frente a estas críticas, Mogetta aseguró que el gobierno está trabajando en un plan integral para mejorar el transporte público. «Estamos comprometidos con la modernización del sistema y la implementación de medidas que beneficien a todos los usuarios. Este aumento es solo una parte de un esfuerzo mayor para transformar el transporte público en Argentina», concluyó.
Mientras tanto, los ciudadanos esperan que las promesas de mejora se traduzcan en acciones concretas que alivien la carga económica que representa el aumento del costo del boleto y que, a su vez, mejoren la calidad y la eficiencia del servicio de transporte público en el país.
