El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, emitió un comunicado en el que expresa sus consideraciones a partir del editorial de un matutino porteño publicado días atrás, «que ensuciaba con arteras consideraciones no sólo la vida, sino también la muerte y lo que ha constituido el juicio a sus responsables y el proceso canónico establecido para la verificación de las virtudes y la muerte martirial del prelado riojano», monseñor Enrique Angelelli.
Por tal motivo desde la Diócesis de Quilmes se solidarizaron días atrás con Monseñor, formado pastoralmente en estas tierras. El texto dice lo siguiente: «quiero agradecerles a través de estas líneas, las sentidas palabras que me enviaran en estos días. Debí responder al falaz e insultante editorial que ponía en tela de juicio el ministerio pastoral de Mons. Angelelli, así como su muerte, las sentencias judiciales que declararon que aquella fue provocada y su martirio recientemente proclamado por el Papa Francisco».
«El mensaje fraterno que me hicieron llegar me confortó enormemente. La Iglesia de Quilmes que me alumbró al ministerio pastoral me contenía con amor materno para decirme que no estaba solo y que acompañaba mi caminar en La Rioja. ¡Gracias! La vida y el ministerio de Mons. Angelelli, al que tantas veces aludió el Siervo de Dios Jorge Novak svd, primer obispo de Quilmes, han sido un don para toda la Iglesia en la Argentina y su martirio nos habla de vida entregada por amor a Dios y a su pueblo».
«Se cumplen además 35 años de aquella memorable celebración de la Catedral de Neuquén, donde los obispos Jaime de Nevares, Jorge Novak, Miguel Hesayne y Marcelo Mendiharat pidieran que se esclarecieran judicialmente las causas de la muerte de Mons. Angelelli. Fue una jornada histórica porque de esta manera, este puñado de obispos valientes desarticuló breve pero incisivamente años de silencio social y eclesial. La solidaridad de Uds. para conmigo y esta Iglesia riojana, se inscribe en la dinámica de la comunión eclesial que nuestros predecesores inauguraron para hacer justicia a Mons. Angelelli, Pastor de Tierra adentro».
«¡Gracias! Dios bendiga la Diócesis de Quilmes, a sus pastores y fieles, a su tercer Sínodo apenas convocado y les permita profundizar en aquellos cuatro cauces fundacionales que son fuente de vida y cantera de energía pastoral: la opción por los pobres, la causa de los derechos humanos, el camino de la unidad de los cristianos y la misión evangelizadora de la Iglesia. ¡Gracias por ayudarme a continuar en este servicio de poner de manifiesto la obra de Dios en sus santos!».
«Que nuestros mártires riojanos, Enrique, Carlos, Gabriel y Wenceslao, iluminen el camino de la Iglesia en Argentina, una Iglesia en salida, samaritana, Casa de todos y hospital de campaña, que no teme a los rigores del camino sino a faltar a la cita de los pobres y excluidos, un tiempo nuevo y necesario donde aquellos sean protagonistas del sueño de Dios para los hombres», finaliza el texto firmado por Marcelo Colombo.
