Dionicius, con total claridad

La campeona mundial supermosca de la Federación Internacional de Boxeo, la invicta entrerriana Débora Dionicius, se impuso sobre la ex retadora mundialista colombiana Luna Torroba, por puntos y en un amplio fallo unánime, tras diez asaltos, y así defendió por decimosegunda ocasión su corona, en un duelo revancha, en el combate estelar de la velada desarrollada en el Club Social y Deportivo Salud Pública, de Villaguay (Entre Ríos).
Con su habitual técnica, precisión y velocidad, Dionicius, que fuera monarca sudamericana, hizo valer una vez más toda su valía frente a una conocida Torroba, colombiana radicada en Anguil (La Pampa), ex retadora mundialista minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo, que poco pudo hacer.
Y tras castigarla en el décimo round, redondeó una convincente actuación para repetir lo sucedido el 12 de marzo de 2016 cuando la venció en la Ciudad de Buenos Aires, y tras la campana final llegaría la decisión que desató el delirio de los más de 2.500 espectadores que colmaron el escenario y volvieron a vibrar con ella tras cinco años sin presentarse en su ciudad.
Las tarjetas de los jueces expresaron la diferencia exhibida: Edgardo Codutti 100-90, Néstor Savino 99-91 y Héctor Bergara 99-91, todas a favor de Dionicius.

El Terrible ganó por nocaut

El ex campeón latino e invicto villaguayense Marcelo Cóceres (72,500 kilos y 23-0-1, 13 KOs) destruyó al monarca chileno mediano, Mirko Manquecoy (72,500 kilos y 8-7-1, 1 KO), por nocaut técnico en el segundo asalto y así conquistó el título latino mediano del Consejo Mundial de Boxeo, que se encontraba vacante.
Luego de un inicio de estudio, el Terrible Cóceres, ex campeón latino superwelter de la Federación Internacional de Boxeo y actual Nº 2 del ranking argentino mediano, comenzó a filtrar su largo cross diestro a la mandíbula. Sin amilanarse, Manquecoy respondió con dos derechas, boleada y cruzada a la mejilla al iniciar el segundo, hasta que Cóceres conectó un profundo cross diestro al pómulo que lo hizo trastabillar. Pero la definición estaba por venir…
En el siguiente cruce, el nacido en Villaguay hace 27 años, y radicado en San Jorge (Santa Fe) acortó las distancias y combinó una feroz ráfaga de dos izquierdas, la primera en gancho a la zona hepática para hacerlo tambalear y la segunda cruzada a la mandíbula con que envió a un liquidado chileno a la lona, sin ningún tipo de respuestas, por lo que el árbitro Rubén Béñez decretó el precipitado final que desató el estruendoso festejo del público que se acercó hasta las instalaciones del Club Social y Deportivo Salud Pública de Villaguay.

El invicto villaguayense Marcelo Cóceres (foto Roberto Kutteled)

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