El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cueva en las vísperas de la celebración de Pascuas, y planteó que la realidad del país “es muy complicada desde hace mucho tiempo”.
Si bien evitó hablar de responsabilidades y apuntar contra el Gobierno, García Cuerva pidió “hacerse cargo todos” y «dejar de echar la culpa para afuera y no tener esta conducta adolescente de que siempre la culpa es del otro”.
En el marco de fuertes incrementos en las tarifas y precios, y de despidos en el sector público, el arzobispo planteó que hace falta tomar consciencia de que «hay hermanos que son víctimas de esas medidas”.
Por su parte, calificó a la inflación como “el impuesto de los pobres”, y aseguró que “cuando alguien va a cargar su tarjeta SUBE sabe que cada vez le alcanza menos”. “La inflación siempre es el impuesto de los pobres, y desgraciadamente parece una enfermedad endémica que nos viene acompañando desde hace muchos años”, completó.
En la misma línea, puntualizó: «Por eso no es un tema de este o del Gobierno anterior, es un tema de todos, una preocupación grande. Algunos, gracias a Dios, podemos a pesar de la inflación, seguir viviendo. Hay otros que, con la inflación, apenas pueden sobrevivir”.
“Ayer fui a comprar un remedio por el tema del colesterol, y gracias a Dios tengo la posibilidad de comprarlo. Pagué 26 mil pesos un remedio para el colesterol, y cuando pagaba decía ‘Dios mío, hay gente que no puede, que no le alcanza’. Esos son los rostros humanos que tenemos que tener en cuenta”, relató.