La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires rechazó la presencia del presidente Javier Milei en el evento que se inauguró este jueves en el predio de La Rural, argumentando que no hay recursos para garantizar su seguridad y criticando el menosprecio del presidente hacia la feria.
Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación del Libro, que organiza el evento, cuestionó la solicitud de Milei para participar en la feria después de haberla despreciado públicamente. «Luego de despreciarnos, ahora pide participar», afirmó Vaccaro, añadiendo que la participación del presidente está programada para el domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural.
«No hay plata», chicaneó Vaccaro, refiriéndose a la incapacidad de la Fundación del Libro para garantizar la seguridad de Milei. El presidente de la Fundación también señaló que las erogaciones extraordinarias requeridas para asegurar la participación de Milei no podían ser afrontadas por la organización.
La negativa de un evento de esta magnitud a la presencia de un presidente es un hecho poco común. Vaccaro expresó su molestia por los recortes presupuestarios implementados por el gobierno de Milei, y criticó la retirada del Banco Nación como sponsor de la feria, que, según él, se debió a instrucciones provenientes de las autoridades más altas.
«No se tiene registro en la memoria de nuestra feria de un Gobierno nacional ausente, sin un stand, en este evento. La excusa de que la participación del Estado implicaba una erogación de 300 millones de pesos es una flagrante mentira», afirmó Vaccaro. También señaló que el Banco Nación decidió retirarse después de muchos años de patrocinio, siguiendo órdenes de más arriba.
La Feria del Libro es uno de los eventos literarios más importantes de América Latina, y la ausencia de un stand gubernamental marca un precedente inusual. La decisión de la Fundación del Libro de rechazar la participación de Milei destaca las tensiones entre el Gobierno y el sector cultural, además de resaltar las preocupaciones sobre el impacto de las políticas de austeridad en eventos culturales y literarios.