El ejercicio de la Justicia en tiempo de coronavirus

El abogado penalista Hugo Icazati consideró que la pandemia de Covid-19 representa una oportunidad única para avanzar en la modernización y digitalización del sistema

Lejos de considerar que la pandemia de coronavirus es un obstáculo para el ejercicio de la Justicia, el abogado Hugo Icazati consideró que las condiciones de aislamiento social pueden colaborar con el proceso de digitalización y modernización de un sistema que viene atravesando un proceso de transformación tecnológico desde hace varios años.
Si bien los Juzgados están cerrados y las tramitaciones de los profesionales se realizan en la puerta del Ministerio Público, la tecnología cobra un papel protagónico y el contacto con los clientes es mínimo pero permite al letrado realizar el trabajo habitual, sin mayores problemas.
Icazati consideró que el Covid-19 es una oportunidad histórica para la que las autoridades judiciales entiendan la importancia de avanzar en el proceso de informatización y digitalización del sistema y que se dé prioridad, dentro de los Tribunales, al trabajo de los profesionales.
“Yo soy crítico con el modo en que se maneja la Justicia”, advirtió el letrado, que viene sosteniendo desde hace tiempo que los familiares de los procesados tienen derecho al contacto con las personas en conflicto con la ley, pero aseguró que se debe fijar un horario (de 8 a 10, por ejemplo) para que el tránsito dentro de los tribunales esté reservado para los trabajadores y los profesionales.
“Esto nos permitiría realizar el trabajo con mayor eficiencia y sin los problemas que causan, a veces, la presencia de familiares con niños o la circulación de personas que no tienen nada que ver con la Justicia”, señaló Icazati.
A partir del aislamiento obligatorio y de las normas de distanciamiento que implica la lucha contra el coronavirus, el abogado puede mantener contacto con nuevos clientes respetando el distanciamiento social y el resto de los trámites se realizan con normalidad.
A pesar de que el 16 de marzo la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires entró en un paréntesis, se aseguran la prestación mínima del servicio público o casos urgentes que no admiten la posibilidad de una postergación. Luego, se dictó una feria extraordinaria en todo el país.
El trabajo para un abogado penalista se redujo, pero sigue realizándose, según Icazati, con cierta normalidad, priorizando la salud de los involucrados y las garantías legales para todos los ciudadanos.
Las mesas de entrada virtuales y el uso del token, los mails entre las dependencias y las presentaciones escritas permiten que se continúen los proceso de manera habitual y garantizan la salud de los abogados.

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