En medio de un nuevo paro de gremios aeronáuticos, el Gobierno nacional inició conversaciones con empresas privadas de la región latinoamericana para asumir el control de Aerolíneas Argentinas, en un intento por reducir el conflicto gremial que afecta a la empresa estatal. Así lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien destacó que la medida apunta a terminar con la “extorsión permanente” de los gremios y garantizar la operatividad de la aerolínea de bandera.
Durante una reunión realizada en Casa Rosada, con la presencia de altos funcionarios del Ejecutivo, entre ellos Karina Milei y Guillermo Francos, el gobierno decidió avanzar en la búsqueda de una solución que incluya a tres o cuatro empresas privadas interesadas en operar los vuelos de cabotaje de Aerolíneas. Aunque no se trataría formalmente de una concesión, el vocero presidencial mencionó que en la práctica funcionaría de manera similar.
El anuncio, realizado en el marco de un conflicto que ha dejado sin servicio a miles de pasajeros y generado pérdidas millonarias, refleja la postura firme del gobierno en su objetivo de acabar con lo que consideran una “casta aeronáutica”. Adorni explicó que la estrategia busca enviar un mensaje contundente a los gremios de que “no hay posibilidad de ganar la discusión” y advirtió que otras áreas del Estado podrían implementar medidas similares para enfrentar la resistencia gremial.
Por otro lado, el expresidente Mauricio Macri se pronunció a favor de la privatización de Aerolíneas Argentinas, sugiriendo alternativas como la quiebra o la escisión de la empresa. Sin embargo, desde el gobierno desestimaron sus propuestas, reafirmando que no contemplan la privatización de la compañía.
Manuel Adorni, además, criticó los beneficios de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, subrayando los costos que esto genera para la empresa y los contribuyentes. Según el vocero, el gasto mensual en conceptos como remises y los pasajes en clase ejecutiva para pilotos y sus familiares asciende a cifras millonarias, cuestionando la sostenibilidad de estos privilegios.
En medio de este contexto de tensión, el gobierno busca terminar con los conflictos laborales en la aerolínea estatal, confiando en que su propuesta de retiros voluntarios pueda ser aceptada en un futuro cercano, aunque hasta ahora nadie la haya tomado. El conflicto gremial, que sigue escalando, parece tener aún un largo camino por recorrer.
