El histórico Luna Park, en la mira: podrían derribarlo para hacer oficinas

Empresarios estarían interesados en comprarlo para construir una torre de más de 40 pisos. La única traba es que fue declarado monumento histórico nacional; cuando el neoliberalismo no tiene la más mínima idea de lo que es el patrimonio cultural

El futuro del mítico estadio Luna Park puede tener un cartel de «Se vende». El palacio del deporte, que pertenece a la sociedad Stadium Luna Park y lectura SRL, de propiedad del Arzobispado de Buenos Aires (Caritas) y a los Salesianos de San Juan Bosco, ya tiene varios interesados en adquirirlo. Su fin podría ser un edificio de oficinas de por lo menos 40 pisos.

Pero la operación inmobiliaria no sería tan sencilla de realizar. «El Luna» fue declarado durante la presidencia de Néstor Kirchner como monumento histórico nacional. Seis años antes, en 2001, había sido designado como sitio de interés cultural. Ambas condiciones limitan el uso del terreno, ya que la demolición para la posterior construcción de una torre no sería una posibilidad.

En los últimos meses, trascendió la iniciativa de vender por parte de la Curia y, a pesar del impedimento de la demolición, llegaron varias propuestas de diferentes grupos, entre los que se destacan uno de origen europeo.

Desde 2013, La Iglesia Católica es dueña de la totalidad del paquete accionario. Ernestina Devecchia, tía del Tito Lectoure y dueña de las acciones, le había legado a Caritas y a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco la propiedad. Pero «el Luna» no es rentable.

Durante el 2017, el beneficio obtenido por su alquiler para espectáculos y actos rondó los 400.000 dólares, según Bae.

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