Berazategui ayer empató 1-1 con Luján como local.
Román Martinángeli abrió la cuenta pero Lucas Chambi puso cifras definitivas.
La ADB no puede ganar en el Norman Lee. Después de la gran goleada de la fecha pasada ante Italiano, recibía a un Luján que venía de dos derrotas consecutivas en su casa. Pero tuvo que volver a conformarse con otro empate que si bien sirve para seguir sumando y escapando de la zona roja del descenso, continúa siendo la gran cuota pendiente del conjunto dirigido por Czeszurak que alcanzó siete partidos sin poder sumar de a tres como local.
Los primeros 15 minutos mostraron al conjunto de la Basílica teniendo el control de la pelota y buscando lastimar a la extrema línea defensiva del Naranja por ambas bandas y fue en ese lapso en donde contó con dos claras situaciones de gol que chocaron con la gran tarde de Rustton. Sin embargo, el primero que celebró fue el local, a los 22, tras un corner ejecutado desde la derecha por Morales que Martinangeli la mandó al fondo de la red junto a la base del segundo palo. El 1-0 caló hondo en el conjunto de la Basílica que se volvió a arrinconar al Naranja con desbordes y centros letales que llegaban al área de Rusttón desde los dos laterales, en donde Chambi y Varela parecían imparables.
Por eso, no llamó la atención que, a los 40, la visita llegara a la igualdad precisamente a través de un remate de Chambi que tras dar en la espalda de Madero descolocó al 1 Naranja y besó la red.
Disconformes con el empate, los dos fueron en busca de la victoria que, primero se le negó a Pérez con un remate que se fue cerca del vertical derecho de Rustton y, a los 38, a Morales que no pudo en el mano a mano ante Lescano.
En el complemento, el cansancio y el campo de juego que sufrió las consecuencias de la intensa lluvia que cayó en las horas previas al partido, provocaron que el partido se hiciera más trabado y desprolijo que en la primera etapa. Pero, igualmente, Berazategui con un Martinangeli que cada vez que tomaba la pelota se convertía en una pesadilla para los rivales y, Luján, fiel a jugar por las bandas para mandar centros muy peligrosos seguían prodigándose en pos de buscar una victoria por la que los dos hicieron mucho, pero ninguno pudo encontrar, ya sea por la falta de eficacia a la hora de aprovechar las situaciones a favor que tuvieron, como así también por mérito tanto de Rustton como de Lescano que, con excelentes actuaciones, impidieron que el partido no tuviera más goles.
Así, el empate final en un gol por bando, terminó siendo el resultado más justo para un partido por momentos de ida y vuelta y por momentos trabado y deslucido, pero en el que los dos entregaron lo mejor de cada uno en pos del espectáculo. Claro que el empate pareció conformar más a los dirigidos por Osvaldo Ruggero que a Bera, porque desde aquella victoria ante Dock Sud, en la fecha 24, no puede volver a ganar ante su gente que, esta vez, lo despidió con un cerrado aplauso en reconocimiento a lo que sus jugadores entregaron ante un rival duro e inteligente que lo complicó más de la cuenta.
Bera logró un empate que le sirve para tomar aire. El equipo del Búfalo logró salir del fondo de la tabla pero tiene que seguir sumando para salvarse definitivamente del descenso.
Por Luis Rodríguez
