El domingo el padre Francisco Urbanija, párroco de la Sagrada Familia, Patrona del distrito, ofició su última misa en el templo que lo identificó y al que en su frente le colocó un cartel con la leyenda Dios vive en Berazategui.
En la misa lo acompañaron los diáconos Bernardini y Musto, al igual que el padre Eduardo Gómez.
Luego de la misa se desarrolló un almuerzo de despedida del sacerdote donde Francisco recibió muestras de afecto y numerosos regalos. «Le agradezco en nombre de la comunidad que formó en estos 30 años siguiendo la conducta del padre Gabriel Dandan quien me dio la primera Comunión», le dijo uno de los fieles y lo hizo lagrimear.
Estuvieron presentes representantes de instituciones como el Club de Leones, el Club Social (Horacio Piccinini y Daniel Dellagiovanna), el autonomista Victorio Bruni y vecinos caracterizados.
El padre Francisco sufrió distintas dolencias físicas de las que se recuperó satisfactoriamente, no obstante algunas secuelas lo llevaron a tomar la decisión de despedirse de los fieles de la Sagrada Familia, donde desarrollaba una intensa actividad. Durante su gestión de párroco se terminó la cúpula y la obra interna y externa del templo. Además se colocó un ascensor.
