Fanatismo desde EE.UU al Centenario

Bautista Ballester, es un niño que viajó desde Chicago, Estados Unidos hasta Quilmes para visitar a su familia y aprovechó este sábado para ir a ver un entrenamiento del Cervecero.

Pese a que el padre es fanático de Boca y lo ha llevado a la cancha, su abuelo le traspaso su pasión por la cual Bautista decidió hacerse de Quilmes.

«El año pasado cuando perdimos con Barracas Central me puse muy mal porque yo quería que lleguemos a mí primera, esa vez hice una conexión muy grande» le comentó a la Comitiva del Día a Día.

Pese a la diferencia horaria de aproximadamente 2 horas, Bautista confesó que no se pierde ningún partido del Cervecero.

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