Gol es Gol: tan solo a 12 pasos

(Por Sebastián Kerle) La estupenda campaña de Quilmes quedó a doce pasos de la gloria. Una distancia ínfima si se toma en cuenta el trabajo realizado para poder lograr el ansiado regreso a Primera División. Una multitud de hinchas dio una convocatoria que quedará en la historia y que será motivo de orgullo del Cervecero, fue testigo de una de las frustraciones más dolorosas.
Con las manos vacías quedaron los jugadores que no escatimaron una gota de sudor en cada partido y que tuvieron la actitud y el compañerismo como bandera inegociable para ir en busca del sueño que unía a los quilmeños.
Esta vez tuvo el plantel, la jerarquía que Quilmes necesita para ser protagonista de la pelea por el ascenso en el durísimo torneo de la Primera B Nacional. Los directivos del QAC no solo afrontaron este desafío deportivo, sino que además debieron ponerle el pecho y la billetera al concurso preventivo de acreedores para empezar a pagar parte de la abultada deuda que contrajo la institución. Así y todo, el equipo estuvo a la altura de las exigencias que una institución como Quilmes demanda.
Tal vez en el entrenador no estuvo una de las virtudes. Aunque el equipo llegó donde llegó, Facundo Sava cometió errores determinantes como planteos equivocados que el propio entrenador reconoció, malas elecciones a la hora de armar el equipo y actitudes soberbias con protagonistas del mundo Quilmes.
Por otro lado, se bancó el desarme de parte del plantel, tras cada receso pero en dos años de trabajo no le dio una identidad de juego al equipo. Esto quedó demostrado en las instancias finales de la temporada y especialmente en el último partido ante Barracas.
Por potencial Quilmes debió haber marcado una diferencia que no hubo en el rectángulo de juego y el equipo conducido por el relator de fútbol Rodolfo De Paoli terminó llevándose el premio mayor.
Aún queda mucho por analizar. Pero la frustración, bronca y desilusión aún está latente. Lo más importante es que Quilmes volvió a ser Quilmes. Y habrá que digerir lo ocurrido y seguramente se irá por la revancha. Porque se trata de eso, de insistir. El que abandona no tiene premio.

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