En un muy sentido acto, se llevó a cabo un homenaje al doctor José Potito, recordado director del hospital Evita Pueblo. Descubrieron un busto en su honor e impusieron su nombre al bulevar del nosocomio, en la calle 29 entre 136 y 137.
Hubo emoción y lágrimas entre los presentes, familiares, amigos, veteranos de Malvinas y escolares, ante el recuerdo de un hombre que forjó durante 20 años los destinos del hospital Evita Pueblo y que además luchó por la causa Malvinas. José Potito siempre ayudó a los excombatientes de Berazategui y fue gran un devoto de la Virgen María. Incluso hizo construir una imagen de la Santa Madre para que sea llevada a territorio malvinense, la que fue colocada detrás del busto del recordado médico.
El diputado Juan José Mussi dijo en el homenaje que «Potito logró hacer muchos amigos, entre los que me cuento, pero fundamentalmente fue amigo del paciente. Para irse de este mundo eligió el día del militante, y si bien hoy se recuerda el retorno de Perón al país, la palabra militante no tiene solo significación política y José Potito fue un militante de la salud, de la solidaridad… Siempre haciendo cosas por el hospital. Detrás de ese ‘tano’ duro había un ser humano sensacional. Este profesional de la salud dejó marcas imborrables en Berazategui, en el hospital donde salvó muchas vidas con su aporte indispensable. Le pido desde donde esté, que nos siga acompañando para ayudar siempre al que más lo necesita».
Por su parte el destacado cirujano, doctor Martín Garaycochea, aseguró ante la nutrida concurrencia reunida frente al centro de salud, que «nuestras discusiones con Potito eran por brindar cada vez más al paciente y su palabra valía más que cualquier documento -sostuvo con voz quebrada- era profundamente nacionalista, ubicó en todo el hospital carteles con recuerdos de Malvinas. La única manera de hacerlo enojar era criticar a sus amigos, por quienes profesaba una inquebrantable lealtad, al peronismo o al hospital… Con esto lográbamos sacarlo de la depresión de su enfermedad. Lo que no toleraba era dejar un paciente en banda y no aceptaba los traslados para que el hospital no perdiera un cargo».
Asimismo, brindó su apoyo a numerosos profesionales «como el doctor Santinelli que logró crecer, siendo hoy uno de los urólogos más importante de América Latina con reconocimiento internacional. A nosotros también nos brindó su respaldo para hacer cirugía metabólica para diabéticos y los sábados cuando operábamos, venía al hospital para ver si necesitábamos algo».
En tanto el diácono, Coco Musto, apuntó que «el paraíso es esto, estar rodeado de la gente que nos quiere y agradece las buenas obras que hicimos en la tierra, es lo que hizo José Potito. Muy pocas veces conocí a alguien con tanta devoción por la Virgen María por eso es significativo que hayan puesto esta imágen del doctor Potito mirando hacia el hospital, porque fue su vida y dedicó todas sus fuerzas para los pacientes que pasaron por él».
