Tras la aprobación de la Ley Bases, el presidente Javier Milei cuestionó este viernes la continuidad del bono mensual destinado a compensar el bajo monto de las jubilaciones mínimas. Esta medida, sujeta ahora a los resultados fiscales, podría profundizar la difícil situación de los jubilados, quienes ya enfrentan las consecuencias de las políticas de ajuste del gobierno.
El posible retiro del bono, que ha sido una ayuda crucial para muchos, refleja la prioridad del gobierno en el cumplimiento de objetivos fiscales por encima de las necesidades sociales. Los jubilados han sido uno de los grupos más afectados, representando un 31,5% del recorte del gasto que la administración celebra.
Esta situación ha generado preocupación y malestar entre los adultos mayores, quienes ven cómo sus ingresos se vuelven cada vez más insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. La frase «primero los números, después la gente» parece resumir la postura del gobierno frente a la crisis económica.
La comunidad y los analistas esperan una respuesta clara del gobierno sobre el futuro del bono, mientras las organizaciones sociales y de derechos de los jubilados continúan abogando por la protección y el bienestar de este sector vulnerable de la población.
