Inseguridad sin fin en la autovía

La autopista Buenos Aires-La Plata continúa siendo noticia pero por cosas nada agradables; aquel camino ágil y seguro que se pregonó desde siempre quedó muy alejado de una realidad palpable: los episodios de inseguridad siguen siendo motivo de temor y preocupación entre los usuarios, que no encuentran respuestas por parte de la empresa concesionaria.

Es que los hechos delictivos son habituales y para muestra basta con mencionar los ataques a piedrazos a los automovilistas desde diferentes sectores, a los colectivos de larga distancia y robos constantes en las zonas cercanas a los barrios de emergencia.

El riesgo está latente y mientras tanto los usuarios muestran su preocupación porque se sienten desprotegidos y denuncian la inacción tanto de Vialidad como de las autoridades de AUBASA, más allá de los -vanos- intentos para controlar ciertas situaciones a partir de la instalación de un puesto policial. Aunque a los malvivientes nada los detiene.

La inseguridad afecta tanto a quienes deben utilizar la autovía por necesidad o con la intención de ganar algo de tiempo como también a las estructuras instaladas a la vera de la cinta asfáltica: los carteles de publicidad son vandalizados, las lonas especiales que se utilizan para las propagandas son arrancadas de cuajo para ser usadas como improvisados cobertores para las precarias viviendas de las zonas de Quilmes y Bernal (de las villas El Monte-Matadero). También queda expuesto el daño económico a las empresas que tienen la explotación comercial, que ven cómo el trabajo se derrumba a antojo de los delincuentes, que actúan con pasmosa libertad.

Como ya informara este medio en varias ocasiones, no solo al amparo de la oscuridad claro está, los amigos de lo ajeno aprovechan la falta de seguridad y controles de la empresa, de la Policía y de la Dirección de Vialidad.

También los malvivientes apedrean a los automovilistas y colectivos, que frenan para evitar un accidente y los asaltan sin miramientos, muchas veces con inusitada violencia.

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