El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, reivindicó hoy la «coordinación permanente» entre la provincia y la ciudad de Buenos Aires en las medidas contra el coronavirus, pero advirtió que se reforzarán los controles para evitar la «expansión» de la pandemia en el conurbano.
La aclaración del gobernador se conoció en medio del reclamo de distintos intendentes del conurbano bonaerense que cuestionan la flexibilización de la cuarentena en la Capital y exigieron al Gobierno porteño que dé marcha atrás y «endurezca las medidas».
«No podemos permitir que decisiones de la Ciudad pongan en riesgo a la población de la Provincia», sostuvo Kicillof, quien, no obstante, buscó poner paños fríos, tras los cruces con el gobierno porteño por el relajamiento de aislamiento social en la ciudad, a partir de la apertura de nuevos comercios de cercanía que impactan en el movimiento de personas desde el Gran Buenos Aires.
En declaraciones a Radio Provincia, el gobernador rechazó que exista malestar con Rodríguez Larreta. «Tratan de generar discordia con el jefe de gobierno porteño, pero estamos en coordinación permanente», dijo, tras recorrer junto al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, el nuevo Depósito Fiscal Integrado de la localidad de Sarandí.
El gobernador, juzgó que entre ambos distritos hay «una situación de gemelos siameses» y, por esa razón, adelantó que se implementarán «controles estrictos» para evitar que el ritmo de contagios que se evidencia en la Ciudad, especialmente en villas y barrios populares, se traslade al territorio bonaerense.
Preocupados por el aumento de casos positivos en la Ciudad y las posibles consecuencias en sus distritos, intendentes del conurbano bonaerense, como Ferraresi, Mayra Mendoza (Quilmes) Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros, salieron desde el viernes pasado a cuestionar la flexibilización de la cuarentena en la Capital.
Frente a ese escenario, Kicillof aseguró que su gobierno está «muy alerta de lo que pase» porque «no hay nada que no haga la Ciudad de Buenos Aires que no afecte a la Provincia».
«Vamos a poner controles muchos más estrictos porque la realidad es que la ciudad tiene más contagios que la provincia», planteó, y, aunque subrayó que existen «diferencias muy grandes, territoriales y con la forma de trabajar», aseguró que no se trata de una «crítica», si no «simplemente marcar que el despliegue territorial (en la provincia) es muy distinto».
En ese marco, el mandatario reivindicó las acciones realizadas por los intendentes en los 1340 barrios populares de la zona AMBA para hacer frente a la pandemia.
«Cada intendente no sólo conoce los barrios sino que a través de su trabajo, organizaciones sociales, instituciones provinciales, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad y el Ministerio de Salud, venimos haciendo un trabajo en barrios populares que nos permite tener una alerta temprana y vigilancia activa para evitar la proliferación del virus», resaltó.
Respecto a la apertura de las actividades comerciales, Kicillof apuntó que «hay que hacer una evaluación permanente, porque si empieza a abrir muchísimo la ciudad de Buenos Aires eso genera una atracción del que quiere hacer una compra, por lo que la gente va y viene».
En ese contexto, intendentes del Frente de Todos volvieron a marcar hoy sus discrepancias con la decisión del ejecutivo porteño de flexibilizar el aislamiento y advirtieron sobre los efectos de la medida en sus distritos.
Ferraresi, criticó la apertura de una mayor número de comercios en la Ciudad porque «aumentó la circulación de gente que viaja y la de casos», y advirtió que seis de los siete casos positivos de coronavirus que se confirmaron ayer en su distrito corresponden a empleados de una textil porteña.
«Nosotros veníamos de una duplicación de casos cada 21 días y ayer tuvimos siete juntos, de los cuales seis son empleados de una textil de la ciudad de Buenos Aires», detalló Ferraresi durante una entrevista con Radio 10.
En ese sentido, advirtió que los trabajadores que se trasladan de provincia a la Ciudad «usan el transporte público» y explicó que por ese motivo «no se pueden tomar decisiones individuales, y más cuando los datos que se van dando no son positivos».
Por su parte, el intendente de Florencia Varela, Andrés Watson, aseguró que el distrito que gobierna se mantiene una «postura restrictiva» en relación al aislamiento social, aunque aclaró que, de todas maneras, en su municipio ya «hay cuatro empresas que han sido habilitadas» para volver a trabajar y que hay otras cinco cuyos pedidos están «en curso», vinculadas a la fabricación de aluminio, acero, empresas grandes que producen materias primas y que -dijo- «ayudan mucho en esta pandemia».
En declaraciones a radio La Red., el jefe comunal detalló que la apertura de esas industrias «no van a recargar el sistema de transporte público» ya que el municipio trabaja con «un registro de colectivos escolares» que trasladan trabajadores.
En tanto, los intendentes de Hurlingham, San Martín, Ituzaingó, San Miguel y Tres de Febrero acordaron hoy presentar al gobierno bonaerense un pedido conjunto para la reapertura de comercios de cercanía y la vuelta a la actividad para el sector de la construcción, el rubro mudanzas y profesiones colegiadas.