La Final de la Copa Libertodes no se jugará en Chile, como estaba previsto el año pasado sino que se disputará en Perú. Es que la tensión social y política en el país trasandino hizo que los dirigentes de River Plate y Flamengo junto a la Conmebol optaran por declinar la idea de que se jugase en suelo chileno.
Santiago de Chile ha sido desestimada y Lima será la ciudad que albergará al equipo argentino y al brasileño, en lo que promete ser un partido atractivo por la calidad de ambos conjuntos, que irán en busca de la gloria deportiva.
El encuentro tendrá lugar el 23 en el estadio Monumental de Lima, que tiene una capacidad para 80 mil espectadores.
El propio presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, en conferencia de prensa aseguró: «Lima era la opción más viable. Agradecemos a Chile la comprensión y colaboración». Además, el paraguayo admitió que la negociación entre los equipos fue dura, pero «finalmente se logró el consenso».
«La Conmebol ha invitado a los presidentes de los clubes finalistas de la Copa Libertadores, a los presidentes de las asociaciones de la Argentina, Brasil y Chile, a una reunión, con el objetivo de revisar todos los aspectos de la organización de la Final Única», fue el mensaje del ente sudamericano en su cuenta oficial de Twitter.
El encuentro dirigencial tuvo lugar en Luque, Paraguay, sede de Conmebol.
El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, se pronunció el sábado pasado al respecto. «Me preocupa la situación del pueblo chileno. Nuestro partido pasa a segundo plano. Esperemos tener mayores precisiones sobre la sede, pero hay cosas más importantes y delicadas», sentenció el DT.
Y un dato nada menor a tener en cuenta: el estadio Monumental de Lima cuenta con suficiente lugar para vender incluso más localidades que las previstas en un principio.
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