Con la pronta e inesperada partida al cielo de Osvaldo Luis Pécora, la familia de la Asociación Deportiva Berazategui pierde no solo a un enorme relator sino por sobre todas las cosas un increíble colega y mejor persona aún. Un ser humano de luz que sabía ayudar a quien le pidiera ayuda y que siempre tenía una solución ante cualquier problema que tuviera un colega más allá del club que fuera.
Imposible no recordarlo los últimos tiempos aunque ya con algunos problemas de salud yendo a todas las canchas para transmitir a su Berazategui querido. Ese club que le dio muchas alegrías y tristezas que si bien muchas veces repercutían en su salud no solo no doblegaban su enorme profesionalismo sino que le daban más fuerzas para renovar el optimismo y la fe en el Naranja, en su Naranja que llevaba impregnado en el alma y en el corazón.
La ADB está de duelo pero los que tuvimos la bendición de conocerte y compartir más de tres décadas compartiendo viajes, partidos y un sinfín de aventuras jamás te vamos a olvidar porque seguirás siempre a nuestro lado.
Tus colegas y amigos estamos rotos y apenados por tu pronta partida pero por tu memoria vamos a intentar seguir tus pasos y sobretodo tu ejemplo.
Ya te imaginamos relatando a Bera desde el cielo porque la pasión nunca muere y vos tampoco morirás para nosotros. Gracias de corazón por tantos años juntos y quédate tranquilo que te perdono el viaje a Junín y ese postre que nunca pudimos comer…
Chau Osvaldito será hasta cuándo Dios y tu virgencita de Luján tan querida nos vuelvan a juntar. La ADB nunca te olvidara. Nosotros, tus amigos, menos.
Por Luis Rodríguez