La Santita de Florencio Varela: La historia de Adrianita Taddey

Aunque Adrianita Taddey no ha sido canonizada por la Iglesia Católica, su estatus de santa es firme entre quienes la veneran

Foto: Juan Ramón Ledesma (AgenciaAUno)

El Cementerio Municipal de Florencio Varela no sería tan especial sin la bóveda de Adrianita Taddey, la niña que falleció en 1969 y que, según la religiosidad popular, se convirtió en santa. Cada año, cientos de personas acuden a su tumba para pedir favores y agradecer por los milagros que creen haber recibido por su intercesión.

Adriana Graciela Taddey nació el 4 de noviembre de 1958 en una familia católica. Desde muy pequeña, Adrianita mostró signos de desarrollo temprano: tuvo su primera dentadura a los pocos meses y comenzó a hablar antes de cumplir un año. Pero su vida cambió radicalmente cuando, con apenas tres años y medio, se enfermó durante la Pascua. Después de ser ingresada en una clínica barrial, recibió una inyección que le causó una parálisis. Estuvo internada 56 días y los médicos no le dieron muchas esperanzas, pero ocurrió algo inesperado.

Una noche, mientras estaba en el Hospital de Niños, Adrianita tuvo una experiencia extraordinaria. Al despertar, le contó a su madre, Antonia, que la había visitado una señora alta, con un halo luminoso, quien se presentó como la Virgen María. Esta visión le devolvió el ánimo a la niña, quien aseguró que la Virgen le dijo que siempre la cuidaría. Desde entonces, Adrianita comenzó a repartir medallas de la Virgen Milagrosa a otros niños del hospital, muchos de los cuales se curaron milagrosamente, ganando así el apodo de «la santita».

El 4 de mayo de 1969, Adrianita falleció, y según relatos de testigos, un corazón luminoso apareció en el cielo, interpretado como un signo celestial. Desde entonces, su tumba se ha convertido en un lugar de devoción. Los visitantes dejan flores, cartas, rosarios, juguetes y otros objetos de agradecimiento. Su bóveda está llena de placas que atestiguan los milagros que sus devotos creen que ella ha concedido.

Aunque Adrianita Taddey no ha sido canonizada por la Iglesia Católica, su estatus de santa es firme entre quienes la veneran. En el Cementerio Municipal de Florencio Varela, su bóveda es un lugar de peregrinación para aquellos que buscan consuelo, fe y esperanza. Para sus devotos, Adrianita es más que una niña; es un símbolo de fe y milagros, y su legado sigue creciendo día a día.

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