El sistema previsional perdió más de 100 mil aportantes en seis meses y acumula un déficit de $4,5 billones. El poder adquisitivo cayó 12% desde la llegada de Javier Milei, mientras el Gobierno mantiene congelados los bonos de refuerzo.
El sistema jubilatorio argentino atraviesa una de sus peores crisis en los últimos años. Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en el primer semestre de 2025 se registró una pérdida de más de 100 mil aportantes activos, lo que profundizó el desequilibrio financiero de la caja previsional.
A septiembre, el déficit del sistema asciende a $4,5 billones, una cifra que debe ser cubierta por el Tesoro Nacional y que representa una carga cada vez más pesada para las cuentas públicas.
A la par, el poder adquisitivo de los jubilados cayó un 12% desde la asunción del presidente Javier Milei, debido al atraso de los haberes frente a la inflación y al congelamiento de los bonos compensatorios, que ya no alcanzan para cubrir la suba de precios de alimentos y medicamentos.
Fin de la moratoria y menos jubilaciones
El mismo informe de ASAP advirtió que, tras la eliminación de la moratoria previsional, se produjo una disminución de 22.412 beneficios durante el tercer trimestre de 2025, lo que marca el primer retroceso en la cantidad de jubilaciones desde la creación del régimen de inclusión.
La moratoria, establecida por la Ley 27.705, permitía a quienes no habían completado los años de aportes acceder igualmente a una jubilación mínima. Sin embargo, su vigencia terminó en marzo y, aunque el Congreso aprobó una prórroga por dos años, el Poder Ejecutivo vetó la norma, dejando fuera del sistema a miles de personas en edad jubilatoria.
Con menos aportantes, más déficit y haberes que pierden poder adquisitivo, los especialistas advierten que las jubilaciones seguirán cayendo en términos reales si no se impulsa una nueva reforma que garantice la sustentabilidad del sistema sin castigar a los beneficiarios actuales.




