Lozano dijo que «vamos a estar mucho mejor preparados para Delta»

El secretario de Educación e investigador del Conicet señala que la campaña de vacunación permite proyectar una menor contagiosidad cuando llegue la variante del COVID-19. Sin embargo, hay que cumplir los protocolos de manera estricta

La vacunación es "un medio de protección colectiva", señala el exrector de la UNQ

En pleno proceso de vacunación, con numerosas gestiones para obtener vacunas y con un ritmo de aplicación que creció durante junio, Argentina logró, en estos días, llegar al 50 por ciento de la población con al menos una dosis, lo que, según los especialistas, es clave para evitar futuros brotes de COVID-19.

«Es muy importante entender que todos debemos ser partícipes activos en la lucha contra el coronavirus. Colaborar con la campaña de vacunación no sólo es un medio de protección individual -porque los vacunados evitan las formas más graves de la enfermedad-, sino que también es un medio de protección colectiva», resaltó a la Agencia CTyS-UNLaM Mario Lozano, secretario de Educación de Quilmes e investigador adjunto del CONICET.

Doctor en Ciencias Bioquímicas, docente ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes y con trayectoria en el campo de la virología molecular, Lozano analizó, en esta entrevista, la campaña de vacunación realizada en el país, la inmunidad generada por las vacunas y el nivel de seguridad de las mismas.

-¿Qué análisis hace de la campaña de vacunación que se está realizando en Argentina?
En el último mes, el Gobierno Nacional consiguió una cantidad importante de dosis que permitieron ampliar la velocidad de vacunación. De acuerdo a cálculos previos, alrededor de dos millones de vacunas por mes era una excelente velocidad. Actualmente, estamos casi duplicándolo. De seguir así, vamos a estar mucho mejor preparados para el aumento de casos que supondría la llegada de la variante Delta, que posee mayor capacidad de contagio. Incluso en aquellos países que tenían una gran tasa de vacunación, como, por ejemplo, Israel y Gran Bretaña, comenzó a producirse una nueva ola por esta variante. Por eso es importante que todos entendamos que hay que cumplir estrictamente las medidas que se están pidiendo.

-¿Qué lecciones o aprendizajes nos deja la experiencia de Gran Bretaña?
El caso de Gran Bretaña es paradigmático. Tenía a la mitad de la población vacunada con dos dosis, y solo mil casos diarios, hasta que la llegada de la variante Delta hizo subirlos a más de 10 mil o 20 mil por día. Sin embargo, la cantidad de fallecimientos no aumentó en la misma proporción, lo que implica que la vacunación está funcionando y muy bien. Si bien hubo algunos fallecidos, la cifra es muy baja y es un porcentaje normal en estos procesos. Hay que entender que no existen tecnologías cien por ciento seguras y, sobre todo, cuando, por ejemplo, se trata de personas que están muy en contacto con cantidades grandes de virus, o personas que son malas respondedoras a la protección de la vacuna.

-De acuerdo a la evidencia científica, ¿cuánto tiempo de inmunidad generan las vacunas que se están aplicando actualmente en el mundo?
Hay que seguir realizando estudios, pero, en general, es un proceso que dura mucho tiempo. En el caso de las vacunas contra la gripe, por ejemplo, tenemos que repetirlas todos los años. Esto no es porque la inmunidad de esas vacunas se pierda inmediatamente, sino porque el virus de la gripe cambia tan rápidamente que hace que la protección de las vacunas del año anterior no sea útil este año. Los coronavirus cambian, pero no tanto, así que es probable que la inmunidad dure un poco más de un año.

-¿Qué ventajas/beneficios implicaría que un gran porcentaje de la población esté vacunada?
Cuando tengamos vacunados y protegidos a alrededor del 75 por ciento de la población, vamos a conseguir lo que se llama «inmunidad de rebaño». Esto significa que, por más que ingrese un nuevo virus al territorio, le va a costar muchísimo generar un brote, porque le va a resultar difícil encontrar individuos susceptibles. Además, aunque algunos puedan contagiarse, la generación de un brote necesita que haya mucha gente en condiciones de ser infectadas, situación que no sería posible en ese caso. De esta forma, nos protegemos todos, incluyendo a las personas que no pueden vacunarse, porque tienen alguna enfermedad inmune que hace que las vacunas no funcionen en ellos, o algún tipo de enfermedad metabólica que les impida utilizar las vacunas.

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