Caputo promete vender hasta el último dólar mientras los mercados castigan la falta de rumbo

El ministro de Economía, Luis Caputo, salió a defender el plan económico en medio de una nueva corrida cambiaria, pero lejos de generar confianza dejó más dudas. Con un discurso cargado de promesas vacías y ataques políticos, el funcionario aseguró que “se venderá hasta el último dólar” para sostener la banda cambiaria, mientras el Banco Central ya perdió US$432 millones de reservas en apenas dos jornadas.

El mensaje, lejos de tranquilizar, golpeó todavía más la credibilidad oficial. Acciones y bonos argentinos se derrumbaron hasta un 14% y el Riesgo País trepó a 1.453 puntos, el nivel más alto del año. La receta de Caputo —quemar reservas para frenar al dólar mayorista y culpar a la oposición de un supuesto “ataque político”— muestra un Gobierno sin hoja de ruta clara ni capacidad para recuperar confianza.

Además, el ministro volvió a anunciar futuros pagos de deuda 2026 sin precisar cómo se harán efectivos, en un intento de ganar tiempo frente a los mercados. En paralelo, se jactó de mantener “superávit fiscal y la inflación controlada”, cuando los números marcan un escenario cada vez más frágil.

La gestión de Caputo expone una contradicción evidente: se enorgullece de defender el programa económico, pero para hacerlo se queda sin reservas y sin credibilidad. El costo lo pagan los argentinos, que ven cómo el modelo oficial se sostiene con promesas que ya nadie cree.