El malestar con los desarrolladores de Nuevo Quilmes, el polémico barrio privado de Villa Alcira, sigue siendo inocultable por parte de los vecinos del complejo que ven cómo lo que era una promesa al momento de adquirir las viviendas se ha transformado en un afirmación mendaz. El episodio que agotó la paciencia fue el boquete realizado en las últimas horas por delincuentes que ingresaron al predio, ataron a una familia y se llevaron todo. Los reclamos son airados hacia los hermanos Grasso.
Los supuestos «responsables» no se hacen cargo del problema ni tampoco de los numerosos reclamos que los lugareños han presentado mediante notas desde hace años y ya muchos barajan la posibilidad de irse del complejo.
Vale recordar que meses atrás el abogado Matías Morla fue uno de los que abandonó el country ante las inconsistentes explicaciones de los Grasso como del responsable de NQ ante temas de seguridad o vecinos que no respetaban reglas de convivencia y amenazaban al asesor letrado de Diego Armando Maradona.
Los hechos denunciados son de distinta índole pero todos con el mismo accionar. Ingresan por uno de los laterales, llegan a las propiedades, las saquean en pocos minutos y se van del lugar sin ser vistos por la seguridad. Lo que llama la atención es que los videos que trascendieron, donde se ve a los delincuentes en acción, fueron aportados por los propios vecinos y no por la empresa de seguridad del barrio.
El lugar fue vendido a sus compradores como un «barrio cerrado», sin embargo tiene laterales que dan directamente a la calle, por lo que los delincuentes tienen libre acceso.
Los vecinos aguardan respuestas que no llegan y lo único relevante en NQ parece ser lo comercial, al menos para los desarrolladores, sin importar la seguridad de sus moradores.
