Miles de fieles le rindieron su homenaje a San Cayetano

San Cayetano, Patrono de la Paz, el Pan y el Trabajo
Los fieles se acercaron a las parroquias y capillas tanto para pedir como para agradecer (foto Alfredo Luna - Télam)

Miles de personas ingresaron durante la mañana del lunes al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, para rendir homenaje, pedir y agradecer al «patrono del pan y del trabajo»; lo propio ocurrió en las parroquias de la Diócesis de Quilmes (este distrito, Berazategui y Florencio Varela) que honran al Santo Patrono.
Desde el domingo, las vías aledañas al Santuario de Liniers se vieron colmadas por una multitud de personas de todas las clases sociales, peregrinos y devotos del Santo a la espera de la celebración, con oraciones y bendiciones de las filas y del agua, según horarios previstos, selañó la agencia Télam.
Espigas de trigo y fotografías desfilaban entre las vallas, hacia el santuario, para recibir la bendición del sacerdote y contemplar, al menos por algunos segundos, la imagen del Santo.
Como ocurre todos los años, una larga fila de fieles esperaron turno para ingresar a la iglesia de la calle Cuzco Nº 150, donde la noche de este domingo se celebró la vigilia con fuegos artificiales y un festival de música.
Familias y grupos de amigos se acomodaban frente a la Iglesia en banquitos y reposeras, que cargaban junto a termos con agua caliente para mate y café, mientras transcurría una larga jornada de oraciones.
Con un espectáculo previo de fuegos artificiales, se desarrolló un Festival de Música, con la previa entonación del Himno Nacional Argentino, ejecutado por una banda policial y la animación de distintos conjuntos, entre ellos La Tranquera, Hogar de Cristo y Umachaqui.
Desde el primer minuto de este lunes, se abrieron las puertas del templo, en medio de campanas, para dar paso a los fieles en una nueva conmemoración de San Cayetano.

la dignidad que BRINda El trabajo

El arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, advirtió este lunes que «no existe peor pobreza que la que priva de la dignidad del trabajo a su pueblo», al brindar su homilía frente al Santuario de San Cayetano con motivo de la celebración del día del patrono de la Paz, el Pan y el Trabajo.
«No nos queremos conformar, soñamos con más y mejor trabajo para todos y todas porque no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo a su pueblo», expresó el flamante arzobispo durante su discurso.
La Misa Central tuvo lugar desde las 11 en un escenario montado frente al Santuario de San Cayetano, ubicado en la calle Cuzco del barrio porteño de Liniers.
Allí García Cuerva consideró que si bien el índice de desempleo en el primer trimestre de este año «ha sido del 6,9 %, y puede ser más bajo que en otros períodos de la historia argentina», no hay que «conformarse» y sí «pedir más».

Jorge Ignacio García Cuerva
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, ofició la Misa Central (foto Leo Vaca – Télam)

«Hoy en San Cayetano estamos pedigüeños: hoy como cada 7 de agosto te pedimos trabajo, pero vamos por más: te pedimos mejor trabajo, te pedimos mejor pan, te pedimos más salud, te pedimos paz para nuestro pueblo; y lo hacemos con mucha fe, a pesar de la exclusión, de la inflación, del desencanto y de los sueños rotos», planteó.
Asimismo, le dedicó gran parte de su homilía a los «grandes laburantes no siempre reconocidos ni valorados» y pidió por un «trabajo digno, bien remunerado» para ellos.
«Pienso en quienes trabajan en el reciclado juntando cartones muchas horas al día, y que con mucho esfuerzo los suben a sus carros, los venden, y así llevan el pan a sus mesas familiares», ejemplificó.
García Cuerva llamó a pensar en todos aquellos que viven en situación de precariedad con «trabajo mal pago, en negro o trabajo esclavo» que los «aleja de familiares y amigos».
«Le pedimos a San Cayetano un trabajo digno bien remunerado; le pedimos paz para nuestro pueblo atravesado por la violencia de la inseguridad social y económica; la inseguridad de no tener un futuro alentador, ni esperanzas para los hijos y nietos; le pedimos políticas públicas que reconozcan el esfuerzo y la actividad de tantos hermanos que se desloman todos los días», expresó el monseñor en otro tramo de su alocución.
También pidió por «mejor pan» en tanto «no nos podemos resignar a que nuestros chicos y familias más pobres vivan a polenta, fideos y arroz».
Por eso alertó que «no existe peor pobreza que la que priva de la dignidad del trabajo a su pueblo».
Al momento del cierre, García Cuerva citó palabras del papa Francisco al decir que «en una sociedad realmente desarrollada, el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social».

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