Misa del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Presidida por el obispo Carlos Tissera, se desarrolló en San Francisco Solano ante una multitud. La celebración finalizó con una procesión

El sábado, la Diócesis de Quilmes se congregó en el playón que linda con la parroquia San Francisco Solano, para vivir la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Si bien el frío era intenso, el sol aportó algo de calor a la multitud que se reunión en torno al lema Honremos a Jesús Eucaristía venerándolo en los excluidos del banquete de la Vida.
La celebración fue presidida por el obispo Carlos José Tissera y concelebrada por el obispo auxiliar, Marcelo Margni y por los sacerdotes y diáconos.
Durante la homilía, Tissera afirmó: «en la Última Cena, Jesús dona su Cuerpo y su Sangre mediante el pan y el vino, para dejarnos el memorial de su sacrificio de amor infinito».
Enseguida, señaló: «participando en la Eucaristía y nutriéndonos de ella, estamos incluidos en un camino que no admite divisiones». Y describió: «el aparecer, el consumir, el yo al centro de todo; pero también el ser competitivos, la arrogancia como actitud vencedora, el no tener jamás que admitir el haberse equivocado o el tener necesidades. Todo esto nos disuelve, nos disgrega, nos vuelve cristianos mediocres, tibios, insípidos».
Durante el gesto de las ofrendas, además del Pan y del Vino, los feligreses entregaron una torta como celebración de los 60 años de la parroquia San Francisco Solano y luego, un carro tirado por un caballo acercó al altar a tres cartoneros que le entregaron al obispo un frasco con tierra -como símbolo de las raíces que nos identifican con nuestro suelo-, un frasco con agua sucia -como símbolo de un bien elemental que escasea en tantos barrios de la periferia- y un frasco vacío -como símbolo de la soledad y la ausencia del Estado que siente la gente de los barrios-.
Al finalizar, Tissera partió en procesión llevando la custodia del Santísimo Sacramento. En la caminata que se realizó por los alrededores de la parroquia, pasaron por la puerta del cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad de San Francisco Solano. Allí, el obispo auxiliar Marcelo Margni ingresó a la sede bomberil y bendijo a los servidores que se encontraban engalanando el cuartel conmemorar el Día Nacional del Bombero Voluntario.

El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, durante la procesión
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