El intendente de Berazategui, Juan José Mussi, aseguró este martes que su municipio «venía bien» en materia de responsabilidad social frente a la pandemia del coronavirus, pero remarcó que «ahora cuesta mucho sostenerla», y consideró que la flexibilización del aislamiento en la ciudad de Buenos Aires «trasladó la enfermedad» al Conurbano.
«Nosotros veníamos sobrellevando bien el tema de evitar las aglomeraciones en los espacios públicos, en los comercios, pero, como producto del avance que tuvieron los anticuarentena en la ciudad, tengo que reconocer que esto se nos fue escapando de las manos», afirmó Mussi en diálogo con radio Télam.
«En ese momento ya lo interpretamos como erróneo, cuando comenzó el traslado de ciudadanos del segundo cordón del Conurbano hacia la ciudad, y poco tiempo después vino el aluvión de casos», indicó.»Tengo que reconocer que esto se nos fue escapando de las manos», señaló Mussi.
En esa línea, graficó que entre marzo y julio últimos «tuvimos el 16 por ciento de los casos, pero el 84% sucedió en agosto, producto del traslado de ciudadanos a trabajar en la ciudad, que en gran porcentaje están internados allí, porque sus patrones le dan la obra social local».
Respecto de la obra pública en Berazategui, el Intendente subrayó que se trabaja para «tener este verano, con el apoyo de Nación y Provincia, un 50% de mejora en la provisión de agua potable».
En cuanto al nuevo programa anunciado la semana pasada por el presidente Alberto Fernández para fortalecer la seguridad en la provincia de Buenos Aires, Mussi estimó que se trata del plan «más ambicioso que hemos tenido en materia de seguridad».
Por último, dijo que el programa «contempla los dos sectores importantes que hacen a la seguridad: por un lado, patrulleros tecnología, cámaras, botones antipánico, refugios; por el otro, el recurso humano, unos 3.000 gendarmes para los 24 municipios del Conurbano».
