Proyecto Santillán y Kosteki

Tras cinco años con andenes provisorios, el Ministerio de Transporte de la Nación comenzó a trabajar para terminar con la precariedad en la estación de trenes de la línea Roca

La estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki de la línea Roca cumplió cinco años con andenes provisorios en dos de sus cuatro vías. Tras la inauguración de la definitiva estación Sourigues, una de las más demoradas, la ex Avellaneda es una de las pocas que continúa sin una solución.
Fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación confirmaron que se está buscando «retomar el proyecto, darle un horizonte y fechas precisas» para terminar con la situación de tanta precariedad de esa estación, que se encuentra entre las más utilizadas de la línea Roca y que sirve como punto de combinación entre los ramales vía Quilmes y vía Temperley.
Los andenes provisorios en las vías 1 y 2 fueron instalados en mayo de 2015, de cara al estreno de los trenes CSR, que comenzaron a circular en junio de ese año como semirrápidos entre Plaza Constitución y Temperley y un mes más tarde fueron extendidos a Claypole. Luego, las plataformas fueron corridas algunos metros hacia el sur, en un esfuerzo por ubicarlas más cerca del edificio principal de la estación.
En el segundo semestre de 2016, el Ministerio de Transporte llamó a licitación para la elevación de los andenes de todas las estaciones del Roca. Las licitaciones se demoraron y fueron adjudicadas recién a mediados de 2017. En julio de ese año, el Ministerio adjudicó las obras, que comenzaron a ejecutarse en el segundo semestre de ese año.
Pero no fue el caso de Avellaneda. En marzo de 2018, Transporte rescindió el contrato de la constructora Copacre por incumplimientos de parte de la empresa y ordenó que se volvieran a licitar los trabajos. Sin embargo, nada de esto ocurrió y el proyecto quedó congelado durante el resto del gobierno de Macri.

Centro cultural

Ahora, desde Transporte aseguran que el proyecto de reforma está «en revisión» y que se encarará un «diálogo con organizaciones sociales» para terminar de definir la posibilidad de instalar «una especie de centro cultural en la estación».
El último punto se relaciona con el hecho que la parada lleva, desde 2015, el nombre de los militantes sociales Santillán y Kosteki, asesinados por efectivos de la Policía bonaerense en julio de 2002. El crimen tuvo lugar en el propio hall de la estación Avellaneda.
La solución a implementar podría ser similar a la de la estación Rivadavia de la línea Mitre, que ante la proximidad con la ex ESMA, donde operó como centro clandestino de detención durante la última dictadura, ha sido bautizada alternativamente como «estación de la memoria» y cuenta con intervenciones artísticas en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado.

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