Puso a funcionar las máquinas

En una medida para responder a la falta de soluciones, los trabajadores de la papelera Kimberly Clark decidieron poner en marcha las líneas de producción. "Queremos demostrar que la fábrica está en condiciones de producir", dijeron los delegados

Trabajadores de Kimberly Clark realizaron ayer una conferencia de prensa en la sede de la compañía afirmando que las máquinas volverían a funcionar para demostrar la rentabilidad de la empresa, cerrada hace casi dos meses.
Soledad Barca, miembro del colectivo de mujeres dentro de la empresa, detalló: «estamos acompañadas de todos los compañeros, hace 56 días que estamos en la toma. No tenemos respuestas a las demandas, la empresa ha pronunciado el cierre definitivo y en la última mediación no hubo ningún tipo de acuerdo, por lo que se pidió el desalojo inminente. Por lo tanto la respuesta de los trabajadores mediante una asamblea decidimos entre otras medidas la puesta en marcha de las máquinas, esto va a ser una respuesta de acción decisiva a la hora de defender nuestro puesto de trabajo. Nosotros consideramos que la empresa está en condiciones de producir».

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Comentó que «nosotros hemos hecho un proyecto para que intervenga el estado. Luego de una asamblea. Acá vamos a producir y lo que se produce van a ser ofrecidos a hospitales, escuelas, es un producto necesario y que se puede generar en un circuito normal».
Agregó: «nunca tuvimos presencia de Policía, sí vino la fiscal interviniendo, tratando de ver quiénes estaban adentro, hubo una mediadora, quisieron resolverlo administrativamente pero de ninguna manera lo permitimos; consideramos que lo que hacemos es nuestro derecho. Esperaremos lo que sucede, pero el desalojo es inminente».
Por su parte, Patricio Lara, delegado de los trabajadores, declaró: «ante la amenaza de parte de la fiscalía que dependería solamente de la firma de un juez, vamos a dar una respuesta poniendo en marcha las líneas de producción, demostrando que podemos cumplir con todos los insumos para hospitales y escuelas, demostrando que solo falta la acción política. Invitamos a los compañeros de ATE Quilmes para hacer esa entrega».
Añadió que «es una emoción muy grande (poner las máquinas en marcha) porque después de todos estos días arrancar las máquinas es un momento en donde se te cruzan un montón de cosas. A la vez también es la alegría de ver el medio de producción funcionar».

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