Y está en problemas. Quilmes quedó encerrado en un laberinto, donde deberá encontrar rápida la salida para no profundizar su crisis. La derrota ante Defensores de Belgrano lo empujó a hacerse cargo de una realidad.
La moneda cayó para este lado. El Cervecero llevaba siete partidos sin perder pero cinco sin ganar (con todos empates); por lo que el traspié ante el Dragón, lo puso del lado negativo: ahora son seis los partidos sin triunfos.
Pero si se trataría solo de una cuestión de rachas no habría de qué preocuparse. El problema es mucho más importante de lo que puede marcar el destino de la moneda.
El equipo hace rato que viene sin encontrar un funcionamiento y con valores individuales muy bajos. Además, parece que el DT Benítez tiene poco por encontrar de lo que está afuera y si no logra una rápida respuesta, estará en juego su cargo.
El Chino Benítez asumió sus errores tras la derrota frente a Defensores, pero con eso no alcanza. Los jugadores desde las declaraciones también se muestran autocríticos. El tema pasa por llevar las palabras a los hechos y es allí donde se está fallando.
Acierto del entrenador con la aparición de Budiño en el arco y la continuidad de Kevin López en el equipo. Pero después fueron más los errores que cometió el Chino. Planteos que no salieron y decisiones equivocadas empujaron a este equipo hacia la cornisa.
Valores individuales bajísimos. Pier Barrios no es el de la temporada pasada. David Drocco no está a la misma velocidad que los rivales. A Mariano Pavone por ahora no le alcanza, por solo citar a tres desde donde se debería apoyar el equipo.
Refuerzos que no aparecieron: Colman -ahora lesionado-, López García -hoy suplente- y Erquiaga -a punto de serlo-. Incorporaciones que cuestan explicar por su utilización o nula participación: Núñez, Cortave, Lezcano y Molina.
La directiva, que pretendió construir con estos elementos un equipo para pelear por la «revancha» y hoy está más cerca del último que del primero.
En un contexto de un año electoral, con mucho en juego desde lo institucional, el fútbol es termómetro del club y en este momento está a punto de explotar.
¿Se soluciona con un cambio de DT? Los problemas pueden estar en el origen y si esto se confirmaría sería aún más problemática la situación.
Por el momento, está en un laberinto. En estos casos, cuando las ideas no aparecen, no queda otra que cerrar los ojos y estirar la mano para que de repente aparezca la salida.
redaccion@elsolnoticias.com.ar
Sebastián Kerle
