Quilmes: viento de cola

A las oportunidades hay que aprovecharlas y Quilmes tuvo un comienzo de campeonato con condiciones favorables que se le presentaron y que por audacia, en el caso del partido con Estudiantes o por coraje, en el encuentro ante Chacarita, pudo sacarle rédito.

Ganó los dos últimos partidos en los minutos finales y en ambas ocasiones como en el partido anterior, casi media hora en inferioridad numérica y 25 minutos finales del partido ante Chacarita.

Quilmes tuvo el valor necesario para no quedarse con el empate e ir a buscar el partido en una “corajeada” que nace desde el empuje de Federico Tevez –se metió en el corazón de la gente- y un atrevimiento de Juani Capano que tuvo su mano a mano y encaró al defensor para terminar con una infracción.

Claro que el sobresaliente de la acción fue el Rayo González que con un fugaz remate clavó el triunfo del Cervecero en el ángulo y desató la locura en el estadio Centenario, ávido de noches como éstas.

No solo se trata de ponerse en la dirección que sopla el viento; también, en el recorrido se necesitan la audacia del entrenador Darío Franco y la valentía de los que están adentro de la cancha para no darse por vencido y seguir creyendo que siempre se puede.

Gran arranque de temporada para el Cervecero que tras cuatro fechas disputadas se transformó en el puntero “virtual” de la Zona A. Si no hubiese sido por el descuento de los 3 puntos el equipo de Franco sería el único líder del grupo.

Pero no todas son buenas, el equipo ha sufrido varias bajas en estos primeros cuatro partidos y son contratiempos sobresalientes para un plantel corto que necesita sí o sí de las apariciones juveniles, que dijeron presente en los últimos encuentros.

A las ausencias por lesiones (Marcos Enrique, Martín Giménez, Lautaro Parisi, Ramiro Luna), se sumaron ya dos expulsiones (Iván Ramírez y Axel Batista), son bajas que la propia competencia acerca pero que son muchas para los primeros cuatro partidos.

Mientras tanto el equipo continúa en plena construcción. Por lo que busca afirmarse desde la seguridad en el arco de Esteban Glellel –tuvo una gran actuación ante Chacarita- y la prolijidad de Tevez. El rendimiento del uruguayo Ferreira aún no es parejo y los laterales Adín y Allende son más importante en ataque que en defensa.

El mediocampo con tantas ausencias fue cambiando en estos cuatro partidos, pero sin dudas que la apuesta del entrenador Franco, por las decisiones que tomó en las formaciones iniciales, busca: buen pie, velocidad, dinámica y presión. Aunque les cueste horrores poder recuperar la pelota en el lugar del campo de juego deseado.

En el ataque la falta de Giménez se hace extrañar. Todavía Memo Bordagaray no está en el ritmo de juego que seguramente busca. Sin Parisi, el Rayo González ganó en protagonismo. Mientras que la expulsión de Batista que ofrece en este 2024 su mejor versión, se sentirá en el próximo partido ante San Martín de Tucumán.

Al igual que el 2023, Quilmes disfruta de un gran arranque, con viento de cola. El Mundo Quilmes, lo que rodea al equipo, deberá aprender de lo sucedido y que aún queda mucho por recorrer. Ojalá no aparezcan pero la Primera Nacional está llena de turbulencias.

SEBASTIÁN KERLE

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