Tomás «Rayo» González fue el héroe en el triunfo de Quilmes ante Chacarita, convirtiendo en el último minuto el gol del triunfo por 1-0, ejecutó un tiro libre desde un ángulo cerrado del sector izquierdo y desató la locura en el estadio Centenario.
«Estoy muy contento y feliz, por mi familia y por el grupo que siempre deja todo. Tiene unos huevos enormes», resaltó el goleador del Cervecero que tuvo su debut en la red con la camiseta de Quilmes.
El exdelantero de Nueva Chicago y Unión de Santa Fe confesó que no buscó darle a su remate la dirección que finalmente tomó.
El «Rayo» González reconoció que fue una cuestión de fe: «estaba confiado en pegarle fuerte y que roce en alguien, pateé por patear y fue gol. No le di al arco y pero por suerte entró», indicó.
Agregó sobre la jugada determinante del partido: «lo que pensé fue pegarle fuerte para que alguien la toque y así pueda entrar. Tal vez si le pegaba un zurdo no era tan complicado para el arquero pero desde ese sector con un derecho se le hace más difícil porque se le va cerrando la pelota».
El gol sin revancha que convirtió ante Chacarita, desató la locura en el estadio Centenario que celebró el agónico triunfo en la última jugada del partido.
En el festejo, el «Rayo» también enloqueció, «En ese momento me vino a la mente mi familia que simpre está en las buenas y en las malas y se los agradezco a mi papá y a mi mamá».
Por último, elogió la idea y el manejo que tiene el cuerpo técnico que conduce Darío Franco al señalar que «el que entra se adapta fácil a lo que pretende el entrenador, nos vive retando (por Franco) pero entendemos lo que quiere y eso se ve en el campo de juego».
