La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, secuestró el helicóptero que protagonizó el polémico aterrizaje no autorizado en una playa de Pinamar el pasado domingo 19 de enero.
El procedimiento, realizado en el Aeródromo de Berazategui, se llevó a cabo en el marco de una investigación por la violación del artículo 193 bis del Código Penal. La intervención estuvo a cargo del Juzgado Federal de Primera Instancia de Dolores, liderado por Alejo Ramos Padilla.
El helicóptero, utilizado por el cantante de cumbia 420 Joel Rivas, conocido como Perro Primo, fue el epicentro del escándalo luego de que este arrojara dinero desde el aire y descendiera en una playa repleta de turistas, generando caos y poniendo en riesgo la seguridad de las personas presentes.
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) también tomó cartas en el asunto, inhabilitando al piloto y labrándole una infracción, lo que sumó gravedad al caso.
El lugar donde se encontraba la aeronave tiene una historia peculiar. Originalmente conocido como Aeroclub Río de la Plata de Ezpeleta, mantuvo este nombre porque, en su fundación en 1956, Berazategui aún pertenecía al distrito de Quilmes. Sin embargo, en junio de 2024, tras años de gestiones, se formalizó su cambio de nombre a Aeródromo de Berazategui, reconociendo su ubicación real y dejando atrás una denominación vinculada a otro municipio.
El episodio con el helicóptero de Perro Primo marca un antecedente significativo en cuanto a la regulación y el control de vuelos privados en espacios no autorizados.
