«Hay una presión muy importante de las bases que se va a hacer sentir el día jueves (con el paro de camioneros). Nuestra organización va a participar (de la reunión del consejo directivo) pidiendo el paro general», afirmó.
Ayer, Hugo Moyano ratificó la convocatoria a un paro nacional de camioneros para este jueves en reclamo de un aumento salarial del 27 por ciento en el marco de la discusión paritaria. Adelantó que la medida se llevará a cabo sin cortes de ruta.
Pablo Moyano consideró que los empresarios no van a satisfacer el pedido de aumento del gremio: «Papá Triaca (por Jorge, el ministro de Trabajo) les ha dicho a los empresarios nuestros, que son corderitos, que son presionados por el Gobierno, el 15 por ciento, y seguramente van a ofrecer el 5 por ciento más (que otorgó el Gobierno por decreto)», criticó.
«Ayer, los empresarios reiteraron el 15 por ciento y lo que ha mandado el Gobierno en un decreto, el 5 por ciento. La última paritaria por decreto había sido en la dictadura militar. Si se va a discutir así, que anulen las paritarias y que año por año el Presidente o el Fondo Monetario ponga el número de aumento salarial por actividad», concluyó.
Moyano apuntó contra Triaca y contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. «Lo que dijo el ministro de Trabajo nos tiene sin cuidado. El gobierno anterior también nos había multado por una cifra millonaria, fuimos a la Justicia y nos dio la razón. Cuando se rajó para Ginebra (por la participación de triaca en la cumbre de la OIT), sacó una conciliación obligatoria que fue impugnada porque no había medidas de fuerza», fue el párrafo que le dedicó a Triaca, al evaluar qué pasaría si su gremio fuera sancionado por la medida de fuerza.
Bullrich ayer le advirtió a Hugo Moyano que «no impida la circulación, porque eso no está permitido». El hijo del líder de los camioneros consideró «una provocación» esos dichos, y la cuestionó apelando a su pasado. Dijo que la actual ministra de Seguridad «daba charlas de peronismo en la unidad básica Evita Capitana del barrio de San Cristóbal, en la calle Rincón, y arengaba a pelear contra el Fondo Monetario Internacional, a acompañar los reclamos gremiales», y concluyó: «Eran los años 87, 88, 89, cómo ha cambiado esta señora».
