Pacientes y familiares de personas que fueron atendidas en la Clínica Materno Infantil pidieron que «alguien haga algo» para evitar que continúe la mala atención y la falta de servicios esenciales en el sanatorio privado.
Es que a pesar de las permanentes quejas de los vecinos, que este medio viene reflejando con regularidad, hasta el momento no se han controlado las condiciones en que la ex Clínica Brandsen presta sus servicio de salud.
Como viene reflejando este medio en sus páginas, los pacientes se quejan por la calidad de la atención, la falta de personal en las guardias, las condiciones de higiene y el trabajo del personal administrativo.
Los reclamos tomaron notoriedad luego de conocerse el caso del falso doctor Jorge Zapata, en junio de 2021, que atendía en la clínica de Brandsen Nº 128 sin título y con una tobillera electrónica, ya que había sido condenado por otro delito.
El diario publicó asimismo el caso de una vecina cuya madre, Remigia Mansilla, falleció el 1 de mayo de 2021 en la Clínica Materno Infantil de Quilmes luego de ser atendida por Zapata.
Con esos antecedentes, muchos pacientes y familiares reclamaron que una autoridad sanitaria controle la manera en que se brinda un servicio tan delicado como el de la salud en ese sanatorio.
María Ledesma y María Zaffaroni fueron dos de las lectoras que reclamaron una intervención urgente, ya que «está en juego la integridad de las personas».
