Todo lo que dejó la apertura del Congreso de Milei

En un ambiente cargado de expectativas y tensiones, Javier Milei inauguró las sesiones ordinarias del Congreso, marcando un hito en su presidencia con un discurso que no dejó indiferente a nadie. Enfocado en la herencia económica recibida y en las críticas al «modelo de la casta», Milei delineó los contornos de su proyecto político, basado en una visión libertaria de la economía y la sociedad. A continuación, se destacan las frases más resonantes de su intervención:

  • «Nos reunimos aquí como marca la Constitución Nacional para comunicar el estado de la Nación a todo el pueblo argentino».

Desde el comienzo, Milei puso énfasis en su compromiso con la reducción del gasto público como piedra angular de su política económica:

  • «En el plano económico, comenzamos por destruir el huevo de la serpiente, el déficit fiscal. Hemos avanzado en la reducción del gasto público más profunda de nuestra historia, haciendo un recorte de cinco puntos del PBI en tan solo un mes».

No escatimó críticas al modelo económico prevaleciente en las últimas décadas, responsabilizándolo del deterioro fiscal y económico del país:

  • «Luego de más de 100 años de insistir con un modelo empobrecedor, habiendo olvidado casi por completo las ideas que hicieron grande a nuestro país, los últimos 20 años han sido particularmente un desastre económico, una orgía de gasto público y una emisión descontrolada».

En cuanto a la educación, Milei lamentó la prevalencia de ideologías que, a su juicio, van en contra del progreso económico y la libertad:

  • «En los profesorados e institutos de formación docente proliferan currículas educativas de izquierda, abiertamente anticapitalistas y antiliberales, en un país en el cual lo que se necesita es más capitalismo y más libertad».

La situación de las fuerzas armadas y la posición internacional de Argentina también fueron objeto de análisis crítico:

  • «En el plano de la Defensa, heredamos un ejército desfinanciado y hasta desprestigiado por el propio Estado».
  • «Esta debacle nacional nos está llevando cada vez más a la irrelevancia en el concierto de las naciones, volviéndonos incapaces de proteger nuestro propio territorio».

El presidente reiteró su convicción en contra de la intervención estatal en la economía, presentándola como la causa de los males que aquejan a la sociedad argentina:

  • «Es precisamente el modelo económico del Estado presente: un régimen de gasto público alto, déficit fiscal, deuda y emisión monetaria. El sistema del que la casta política se sirve para expropiar riqueza de los argentinos de bien».

Milei se presentó como el portador de un cambio radical, apoyado por la convicción y el deseo de cambio de la población:

  • «Soy un presidente que puede no tener el poder de la política, pero que tiene el poder de la convicción y el apoyo de los millones de argentinos que quieren un cambio de verdad».

Incorporó a su discurso una referencia bíblica para simbolizar la lucha contra adversidades aparentemente insuperables:

  • «La victoria en la guerra no depende de la cantidad de soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo».

Además, Milei abogó por una nueva doctrina en materia de seguridad, prometiendo enfrentar uno de los reclamos más sentidos por la sociedad:

  • «En seguridad, hemos inaugurado una nueva doctrina del orden público que nadie se animó a implementar, a pesar de que era inequívocamente el único camino correcto».

Finalmente, el presidente no dudó en confrontar a aquellos que, desde su perspectiva, se oponen al cambio necesario para el país, marcando una línea divisoria clara entre su proyecto y el de sus adversarios:

  • «Si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán».

Este discurso define claramente la ruta que Javier Milei desea seguir durante su mandato, subrayando una ruptura con las políticas tradicionales y enfatizando su compromiso con una visión de gobierno basada en la libertad económica y la reducción del papel del Estado.

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