En los últimos días, volvió a retomar impulso la posibilidad de que Daniel Scioli tenga una segunda oportunidad para postularse como candidato a presidente del Frente de Todos.
Luego de que Cristina baje su candidatura, cobró fuerzas la idea de que el embajador de Brasil participe en las PASO del Frente de Todos.
Hace un tiempo, Scioli ya había manifestado que su candidatura depende de la desición que tome Alberto Fernández sobre la búsqueda de su reelección.
Para muchos dentro del Frente de Todos, que Fernandez no haya descartado una candidatura, les resulta más una estrategia de sobrevivencia política, ya que el hecho de que un presidente no anhele con seguir por otro mandato equivaldría a admitir el fracaso de su gobierno.
Por eso mismo, Scioli espera una señal política del presidente para salir a jugar. La primera señal política ya la tuvo con la declinación de Cristina Kirchner.
Pese a su importante y efectivo labor como embajador en Brasil, su visibilidad pública es escasa y deberá levantar su perfil político con tiempo si desea que su precandidatura gane volumen y tenga llegada a la ciudadanía.
Según cuentan sus fuentes cercanas, Scioli quiere una revancha después de las elecciones del 2015, aunque en este caso se enfrentaría a un escenario distinto al de aquel año, cuando no tuvo que competir contra nadie en las PASO del oficialismo.
Otro de los posibles candidatos por el Frente de Todos es Sergio Massa, que si bien insinuó en más de una ocasión que está dando sus últimos pasos en política, lo cierto es que el ministro de Economía ha dado sobradas muestras de «zigzaguismo» en su trayectoria y por lo cual muchos especulan que si consigue estabilizar la economía y bajar la inflación en el primer trimestre del 2023, podría intentar montarse sobre esos su candidatura.
Al margen de Alberto Fernández, Scioli y Massa, hay otras opciones dando vueltas. Por ejemplo, una eventual candidatura de Wado de Pedro.
El ministro de Interior lleva una buena relación con los gobernadores y empezó a confromar un equipo de trabajo y un proyecto político propio, pero sus aspiraciones chocan con la realidad.
Hoy por hoy su nivel de conocimiento en la sociedad no levanta vuelo, y su nombre aparece en escasas encuestas.
Su candidatura depende de que Cristina decidiera levantarlo como un candidato kirchnerista puro y transferirle su capital político.
También se mencionó al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, siendo el dirigente que mejor retiene el caudal electoral de Cristina Kirchner. Pero en varias oportunidades el ex ministro de Economía ratificó que sus fichas están puestas en retener la gobernación, donde tiene mejores chances de ganar dado que no hay balotaje.
En la Liga de los Gobernadores ningún representante seduce. El mandatario chaqueño, Jorge «Coqui» Capitanich y el jefe de Gabinete nacional, el tucumano Juan Manzur, son los dos nombres que salen de memoria cada vez que se habla de candidaturas. Pero ninguna de ellas con el peso suficiente para mover el amperímetro en la disputa electoral.
En definitiva, es Cristina Kirchner quien se mantiene como la referencia excluyente y centro gravitacional del peronismo. Solamente sus decisiones determinarán la oferta electoral con la que el Frente de Todos dará batalla en la difícil pulseada electoral del 2023. Aunque no sea la candidata, será la gran armadora electoral del oficialismo.
