Un juez de Quilmes se excusó de intervenir en el caso Escalante-Morello

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Un juez de Garantías de Quilmes se excusó de intervenir en la causa por la desaparición del joven Lucas Escalante, quien fue visto por última vez en diciembre cuando salió de Florencio Varela junto a su amigo Lautaro Morello, luego asesinado, al asegurar que fue “amenazado, difamado” y “hostigado”.
Se trata del juez de Garantías 5, Julián Busteros, a quien la Cámara de Apelaciones de Quilmes le solicitó que “dicte un nuevo pronunciamiento ajustado a derecho” respecto al delito de “privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia”, del cual fue imputado el comisario mayor Francisco Centurión, en perjuicio de Escalante (26).
En agosto, Busteros dictó la prisión preventiva para Centurión pero por el delito de “sustracción de caudales públicos”, por considerar que las maniobras que la fiscalía le imputó al policía “se acercan más a la figura de encubrimiento que en la presente no resulta punible”, ya que uno de los principales acusados es su hijo Cristian, actualmente preso junto a su primo Maximiliano.
Esta decisión motivó una manifestación al día siguiente frente a la sede del juzgado por parte de famliares y amigos de Escalante, en reclamo de justicia y para terminar con la “corrupción”.
En un fallo de 5 páginas, el juez Busteros resolvió este viernes excusarse “de intervenir” en el expediente y lo remitió a la sede de la Secretaría de Sorteos de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal Departamental para que se designe un nuevo Juzgado.
“A lo largo del proceso he sido amenazado, difamado, hostigado en los medios de comunicación, locales y nacionales, en las redes sociales y mediante carteles en la vía pública”, argumentó el magistrado.
Es que, entre otras cosas, en la manifestación fueron colgadas banderas con inscripciones como “¿Otra vez te equivocaste inútil? ¿Cuánto te pagan por encubrir asesinos?” y “Nos falta uno, nos falta Lucas”.
“Frente a la necesidad de reeditar el acto procesal no parece aventurado suponer que las manifestaciones contra el subscripto serán similares o que el clima de violencia moral que vengo sufriendo se verá incrementado”, sostuvo el juez.
En ese sentido, continuó: “Esta situación de temor por mi integridad física, la del personal que presta funciones en la sede del juzgado (que cuenta solamente con una custodia durante el horario judicial) resulta un caso de gravedad suficiente para tener por configurada la causal de excusación prevista en el inciso 13 del art. 47 del C.P.P.”.

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