Una fiesta netamente oscura y con sobradas emociones

La agrupación alemana de metal gótico Lacrimosa fue la encargada de cerrar los festejos por los 20 años de Icarus Music. Un show donde Tilo Wolff, Anne Nurmi y compañía mostraron su último material discográfico “Testimonium” y varios de esos hits que nunca pueden faltar. Inazulina, Eva y Bloodparade fueron las bandas nacionales que le dieron forma al festival en su segundo día

La compañía discográfica y productora de shows Icarus Music celebró a lo grande sus 20 años de trayectoria, con un festival que tuvo dos noches de lujo en Groove del barrio porteño de Palermo.

En este caso vamos a enfocarnos en el segundo día del Icarus Fest, que tuvo la presencia estelar de la banda alemana de metal gótico Lacrimosa, de alguna manera ya a esta altura asociada también a la trayectoria del sello. Lo cierto es que, en un clima de plena oscuridad, porque así lo ameritaba la jornada, las tres bandas nacionales que se encargaron de “hacer el aguante”, demostraron no solamente estar a la altura de las circunstancias, sino también que nada tienen que envidiarle a otros “monstruos” de la escena internacional.

Primero fue el turno de Inazulina, con su excelente y original propuesta de gothic metal rock. La agrupación liderada por la cantante y guitarrista Carolina ‘Anilorac’ Bakos, más allá de que por momentos les jugó en contra el sonido del lugar, brindó un show con siete canciones donde podemos destacar “Seductive Pain”, “Spirits of The Sea”, “Amor Brujo”, “Alone” y el cierre con “Lonely Tear”, dedicado a sus grandes referentes Lacrimosa.

 

 

Inazulina

 

 

El paso siguiente fue la presentación de Eva, con una propuesta algo más hard rockera / hardcore y de metal alternativo, sin dejar de lado cierta atmósfera gótica que envuelve a sus canciones. “Ayúdame”, “Vamos a la Oscuridad”, “Ya Más Real”, “En mi mente” y un excelente cover de Héroes del Silencio como “Entre dos tierras” le dieron marco a una gran performance sobre el escenario de Groove.

 

 

Eva

 

 

El paso previo al plato fuerte de la noche fue Bloodparade y su propuesta de bases electrónicas y ritmos festivos que, sumados a las guitarras pesadas, hacen que hasta el más metalero tenga ganas de bailar. Un grupo que, de la mano del entusiasmo y calidez de su vocalista Brenda Cuesta, se ha ganado el corazón de los ‘góticos’ e ‘industriales’ del metal.

 

 

Bloodparade

 

 

Luego sí, el momento esperado. El “Lacrimosa Theme” presagiaba la inminente salida de Tilo Wolff y compañía a escena, en el marco de la gira presentación de “Testimonium”, su último trabajo discográfico que no es otra cosa que un homenaje a la cantidad de artistas de renombre fallecidos en 2016.

Estallidos de voces y aplausos llenaron el recinto, como también enormes sonrisas. El concierto se inició con “Wenn Unsere Helden Sterben”; ya sea parado arriba del escenario como dirigiendo a la banda cual director de orquesta, el cantante y multiinstrumentista alemán es el centro del espectáculo. El líder y creador de Lacrimosa aprovechó todo su histrionismo desde el comienzo.

Las tres primeras canciones siguieron el orden del álbum, con la pesada y doomster “Nach Dem Sturm” a continuación, donde el vocalista empuñó la guitarra, contrastada luego por el ritmo saltarín de “Zwischen Allen Stühlen”. Con “Der Morgen Danach” comenzó una seguidilla de clásicos, y en “Not Every Pain Hurts” se dio el primer protagónico de la finlandesa Anne Nurmi saliendo de su puesto en los teclados para ser tomada por la iluminación principal. Lo repetiría momentos después con “My Pain” y “Apart”, composiciones siempre esperadas por los fanáticos.

“Lichtgestalt” le da un poco de protagonismo al bajista danés Yenz Leonhardt, al igual que en “Weltenbrand”, canción que posee unas guitarras seguramente inspiradas en el black metal, mientras de fondo aparecen imágenes de llamas acompañando la tapa del nuevo disco. Un tema que alcanza niveles espectaculares de dramatismo cuando Tilo se tira al suelo y canta mirando al público.

Esa no fue la única interacción con sus fans, porque en “Lass Die Nacht Nicht Über Mich Fallen”, a partir de una movida que se había gestado días antes por redes sociales, los fanáticos sacaron unas velitas a pila para acompañar el minimalismo de la balada.

El final de la parte principal del recital se dio con “Feuer” y, tras unos minutos de ansiosa espera y ovaciones, regresaron para interpretar “Stolzes Herz” y “Alleine Zu Zweit”, claramente dos buenas elecciones. En “If The World Stood Still A Day”, con Anne al frente de las voces y Wolff en la guitarra, regresaron a su faceta pesada. El falso final llegó con “Ich bin der brennende Komet”, que Tilo alargó jugando con las voces.

Ahora sí, en los últimos bises tras una nueva retirada, llegaron “Schakal” y la infaltable “Alles Lüge”. Un show que tuvo la capacidad de abstraernos como de ubicarnos en una obra teatral. Es evidente que, a esta altura, Lacrimosa trasciende el estilo gótico, y situándose con una larga trayectoria y prolífica producción de álbumes, a cada presentación en vivo le suman una cuota de calidad y compromiso para con sus fans, que en esta parte del continente son muchos y ya están deseosos de que vuelvan rápidamente…

 

 

 

La tecladista y vocalista finlandesa Anne Nurmi

 

 

Fotos gentileza Fiorella Rossano

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