El programa federal Conectar Igualdad avanzó en el distrito con múltiples jornadas donde entregaron computadoras, pero también enseñaron a utilizarlas. Alumnos y alumnas un tanto alborotados por una fascinante oportunidad, compartieron tanto perspectivas como planes no solo para la trayectoria formativa sino en su vida personal: habilitaron un nuevo escenario a la imaginación e investigación 2.0.
El intendente Andrés Watson presidió la ceremonia donde entregaron las 145 netbooks asignadas para el establecimiento del barrio Santa Ana. «Los dispositivos electrónicos no solo colaboraron con el proceso de enseñanza, sino que permitió un espacio de juego, de diversión, para explorar, conectar al mundo con un elemento más», expresó el mandatario.
En este sentido, reflexionó en el aporte «a una pedagogía más inclusiva e igualitaria que pudiera guiarlos durante este ciclo medio, pero también extender ese sendero a una capacitación terciaria o universitaria». «El objetivo fue planteado para el crecimiento de ustedes, para el presente y futuro», concluyó.
La directora de la escuela -Gisela Liñares- agradeció «el acompañamiento en un momento tan alegre porque significó ir más allá de la máquina en sí; representó la posibilidad de acceso a una sociedad atravesada por la tecnología con una educación de calidad».
Proyectos
Minutos antes de recibir los aparatos, comenzó a operar la ansiedad. Bromas, algunas risas y bullicio de adolescentes en espera. «Nunca tuve una, la quería para buscar información, la esperaba hace mucho tiempo», manifestó Mateo. En tanto, Brisa estipuló emplearla «para estudiar, avanzar con mis materias y terminar la Secundaria».
Elio, en cambio, anheló «mirar videos, no solo para la tarea». Por otro lado, Eliana deseó «escribir cuentos que usualmente hacía en formato papel; averiguar sobre filosofía o historias de terror».
Finalmente, el instante deseado llegó: repartieron cada unidad. Ahí fue la ocasión donde las y los facilitadores comenzaron a brindar recomendaciones para el cuidado y el vínculo con el aprendizaje. Un integrante del equipo en la Dirección de Tecnología Educativa provincial -Pablo Tilkiev- enumeró resguardos para «evitar golpes, exposición a fuentes de calor, protección de la batería para extender la vida útil, mantener el mismo sistema operativo».
En paralelo, sugirió «no tener miedo de Internet» y apostar a una instancia familiar, adoptar los mismos recaudos «como cuando les enseñamos a cruzar la calle».
Obtuvo su licencia luego de terminar el curso de alfabetización
«Muy contento. Rendí bien. Las clases de preparación me ayudaron mucho», exclamó con satisfacción Héctor Mamani al completar el examen teórico-práctico para obtener su carnet de conductor. Otro ciudadano que cursó el Taller de Alfabetización Funcional brindado por la Comuna varelense como herramienta de aporte a los sucesos habituales de la vida cotidiana.
«Nunca fui a la escuela. Cuando vine a renovar el registro para manejar me dijeron que tenía que saber leer y escribir», recordó el hombre radicado en Bosques. No obstante, relató que «de a poco, aprendí algunas cosas que luego me sirvieron».
Al respecto, el subsecretario de Seguridad Vial y Movilidad Urbana -Gabriel Álvarez- rememoró: «la iniciativa surgió a partir de diferentes casos de personas que venían a realizar el trámite y nos manifestaban no tener habilidades para la lectoescritura». Y «como uno de los requisitos básicos impartidos por la Ley 13927, no podíamos dejar de buscarle una solución», agregó sobre una propuesta articulada con la Secretaría de Educación.
Por su parte, el jefe del Departamento de Políticas de Abordaje Territorial -Mariano Domínguez- afirmó: «buscamos acompañar al vecino o la vecina de acuerdo a las especificidades y necesidades individuales, con la premisa de cumplir la reglamentación, pero también de recuperar el sentimiento de autonomía, emancipación, de poder decir ‘Yo pude'».
